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4 de abril de 2013

eloriente.net (Oaxaca, Oax.) 4 de abril de 2013.- El 58% de la población de 0 a 17 años en México se encuentra en situación de pobreza, indicó el estudio “Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes de México 2008-2010″ presentado el día de ayer por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

El estudio señala que  la pobreza y la desigualdad siguen afectando a la infancia y la adolescencia de manera particular, no sólo en México sino en muchos otros países y sus efectos –en la práctica–se traducen en violaciones de sus derechos. En nuestro país, la población infantil y adolescente enfrenta mayores niveles de pobreza que el resto de la población mexicana.

Uno de los principales hallazgos que revela el informe es que la pobreza en la infancia y la adolescencia genera daños, a veces irreversibles. De acuerdo a la información publicada,  la pobreza infantil presenta características particulares ya que tiene una mayor probabilidad de volverse permanente: sus posibilidades de reversión son más limitadas y laspotencialidades para su reproducción en el futuro son mayores.

Entre 2008 y 2010, la proporción de la población total con un ingreso insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias pasó de 49 por ciento a 52 por ciento; entre la población de 0 a 17 años este mismo porcentaje se incrementó de 58.1 por ciento a 61 por ciento.

Sin embargo, en este mismo período se observaron avances importantes en cuanto a la superación de las carencias sociales de la población infantil y adolescente, como mayor acceso a servicios de salud y seguridad social.

El único indicador de carencia social que presentó una tendencia desfavorable entre 2008 y 2010 fue el del acceso a la alimentación, afectando en una proporción ligeramente mayor a la población menor de 18 años, en comparación con la población en general.

Por otra parte, el reporte hace una mención especial a las disparidades que se registran entre la población indígena y la población en general. En este caso, también se observa una mayor incidencia de pobreza en la población menor de 18 años. Entre la población de 0 a 17 años integrante de un hogar donde alguien habla una lengua indígena la incidencia de pobreza es mayor de 76 por ciento, mientras que para dicho sector de la población en general (es decir, indígenas y no indígenas) dicha incidencia era de 53.3 por ciento, es decir, más de veinte puntos porcentuales menos. Además, más de 90 por ciento de las niñas, niños y adolescentes indígenas presentaba una o más carencias sociales.

Ante este panorama, el reporte señala que es necesario reforzar una adecuada combinación de políticas universales, que garanticen el acceso a los servicios básicos de educación, salud o seguridad social y de políticas focalizadas que atiendan las necesidades de la población en mayor desventaja. Indica que la generación de estrategias que promuevan el pleno ejercicio de los distintos derechos sociales puede convertirse en una palanca del desarrollo económico y social de nuestro país.

Descarga reporte completo AQUÍ.