Por: Adriana Vasconcelos Ramírez

El petróleo para México podría ser considerado como el oro en el cofre de los viejos cuentos de piratas, encontrarlo aseguraba el futuro de la tripulación; pues bien, en nuestra historia contemporánea quizá hayamos oído hablar de dicho tesoro y de lo que implica para nuestro presente y futuro, por ejemplo, por medio de los ingresos obtenidos de su venta en crudo a otros países o por el debate existente desde hace algunos años sobre la posibilidad constitucional de permitir la participación de capital privado en la empresa, como es el caso de Petrobras en Brasil.

Siguiendo con esa línea, la odisea mexicana llegó a tal punto que un suceso emblemático aconteció durante el sexenio del Presidente José López Portillo (1976-1982) cuando se decía que debíamos aprender a “administrar la abundancia”, que en ese entonces provenía directamente del llamado “auge petrolero”, basado en la idea de la explotación ilimitada de hidrocarburos para su exportación a gran escala, logrando que de 1977 a 1980 la producción pasara de 900 mil a 2.2 millones de barriles diarios, esto con un precio favorecedor.

Sin embargo, dicha etapa fue temporal, ya que el descenso en el precio internacional y el déficit público, generado por el exceso de confianza en que los ingresos ganados respaldarían los créditos solicitados para financiar al país de primer mundo que pretendíamos ser, provocaron altos costos en el erario por el crecimiento de la deuda externa, desencadenando una crisis económica.

Lo anterior sale a colación porque hace unas semanas, específicamente el 29 de agosto, el Presidente Felipe Calderón anunció el primer descubrimiento de petróleo en aguas profundas del Golfo de México, al confirmarse la presencia de yacimientos de crudo ligero en la provincia del Cinturón Plegado Perdido, en el pozo llamado Trión 1, representando esto el hallazgo de lo que se conoce como “petróleo dulce”, lo que podría significar la colocación de un mayor número de barriles con un valor más alto, ya que la industria lo utiliza para producir gasolina y diesel por su alta calidad.

Entonces, dada la retrospectiva, surgen varias preguntas ¿Qué implicaciones tiene el descubrimiento? ¿Qué señal manda hacia el futuro de la economía? ¿Qué es lo que hay que hacer para aprovechar su máximo potencial?¿En cuánto será estimado su precio? ¿Se permitirá la entrada de capital privado?, entre otras, las cuales dejo a consideración del lector, pero que sin duda saltan a la mente cuando se conoce el contexto histórico, político y económico.

Por ello, y para que cada uno pueda, si así es su intención, generar una idea preliminar al respecto, tal como me la generaron a mi al platicarme del tema, considero que debemos tener presentes algunas de sus características; éstas los retomo del boletín de prensa No. 54 de Pemex publicado el mismo 29 de agosto de 2012[1]:

  • El pozo Trión 1 confirma la presencia de yacimientos de crudo ligero y  está ubicado a 177 km de la costa de Tamaulipas.
  • Se localiza a 39 km al sur de la frontera territorial, fue perforado a 2,500 metros de tirante de agua y a una profundidad actual de 4.5 km, incluyendo la corteza del lecho marino.
  • Se inició su perforación el pasado mes de junio con la plataforma Bicentenario, de 6ª generación, construida en Corea.
  • El espesor total impregnado del pozo es suficiente para asegurar su productividad, con lo que su flujo estimado será de hasta 10 mil barriles diarios.
  • La evaluación preliminar permite establecer un rango promedio de reservas 3P (probadas, probables y posibles) a incorporar de 350 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (pce).

Es importante hacer mención que este pozo no es considerado como transfronterizo, eso quiere decir que los beneficios de su explotación no serán compartidos con Estados Unidos, además de que el proceso de exploración estuvo en su totalidad a cargo de Pemex. También se estima que será hasta dentro de 5 años en promedio cuando pueda producirse el primer barril con un costo de producción cercano a los 25 dólares por cada uno, por ende, para que sea negocio los precios internacionales deben ser altos.

Así pues, tenemos cierto margen para visualizar escenarios.


[1] Pemex. Consultado en http://www.pemex.com/index.cfm?action=news&sectionID=8&catID=40&contentID=27104