Por: Alfredo Woolrich

En París todo es miel sobre hojuelas. Desde la llegada del jeque Nasser Al-Khelaïfi a la presidencia del Paris Saint-Germain, las inversiones y modificaciones en el club no se han hecho esperar, ni tampoco se ha escatimado en gastos. Carlo Ancelotti en la dirección técninca, Leonardo como director deportivo y los fichajes de Javier Pastore, Salvatore Sirigu, Thiago Silva o Ezequiel Lavezzi han llevado a Les Rouge-et-Blue a consolidarse en la cima de la Ligue 1 de Francia y a estar a un paso de su clasificación a los octavos de final de la Champions League.

Dentro de esa constelación, ha destacado Zlatan Ibrahimovic, quien a sus 31 años ha puesto al servicio de los parisinos toda su experiencia, la cual puede consolidar el objetivo del jeque al arribar a la Ciudad del Amor: convertir al PSG en un equipo de élite mundial, digno de una de las principales ciudades de Europa y en un futuro levantar la Orejona. París, a diferencia de Madrid, Londres, Ámsterdam o Lisboa; es junto con Berlín una de las principales capitales del Viejo Continente que no ha podido cosechar el máximo campeonato de clubes.

Por lo pronto, los éxitos extracancha también acompañan al capitán de la Selección de Suecia. De acuerdo a Le Parisien, las playeras oficiales del PSG han subido sus ventas en un 37% en comparación con el año anterior, gran cantidad de ellas incluyen el 18 que Ibrahimovic empieza a convertir en histórico para la entidad.

El Paris Saint-Germain ya supera en ventas al Inter de Milán, y ya se acerca a fuertes clubes patrocinados por Nike como Juventus y Arsenal. Quizá en un futuro, el hoy equipo de Ibra, pueda competir palmo a palmo contra los equipos más representativos de la marca de la palomita, Barcelona y Manchester United.

Foto: @Zlatan Ibrahimovic