Por :Jaime Palau

La pregunta.

¿Sabe Usted a quien se le considera un Slugger en el béisbol? La respuesta al final de la columna.

La rifa de este año.

La directiva de los Diablos rojos del México, a través de su gerente deportivo Roberto Castellón Yuén, me ha ofrecido por segundo año consecutivo, dos pelotas de béisbol firmadas por todos los jugadores para que sea rifada entre los lectores de esta columna, mismas que serán entregadas durante la visita de ese histórico equipo a la Ciudad de Oaxaca, los días 7, 8 y 9 de junio cuando se celebre la única serie programada esta temporada regular, para enfrentar a los Guerreros de Oaxaca en esta Verde Antequera.

La mecánica para participar la daré a conoce en la siguiente semana, seguramente habrá una trivia de por medio.

El lodo de New Jersey.

¿Alguna vez has adquirido una bola nueva de béisbol, ya sea para entrenar o para que la firmen los jugadores de un equipo profesional? te habrás dado cuenta que es completamente blanca, y cuando vas a un estadio y te cae una pelota bateada de faul en ese partido, pareciera que es usada o vieja ya que no tiene ese brillo mágico o ese olor a cuero inolvidable, a continuación te explico que es lo que sucede.

Las pelotas de béisbol están hechas de cuero pintado en color blanco, su brillo natural hace que se vuelva resbalosa al agarre de las manos de los pítchers, el 16 de agosto de 1920, en la parte alta del quinto inning, al lanzador de los Yankees de Nueva York Carl Mays se le zafó la bola al tirar una curva golpeando en la cabeza al bateador de los Indios de Cleveland, el parador en corto Ray Chapman, desgraciadamente falleció a los pocos días convirtiéndose en el único jugador en la historia en morir a consecuencia de un pelotazo, a partir de ese momento los ampáyers empezaron a buscar una mezcla o sustancia para frotar las pelotas y que tengan un perfecto agarre y total control para realizar los efectos deseados en el vuelo de la misma.

Los métodos utilizados durante muchos años para matar el brillo de las bolas, era embarrarlas con agua y tierra del infield, frotarlas con jugo de tabaco, con betún de zapatos o con la tierra de abajo de las gradas donde se ubicaba el público, todas eran efectivas aunque solo parcialmente, ya que las bolas se rasgaban demasiado rápido y se obscurecían de más, hasta que en 1938, al término de la temporada, el coach de tercera base de los Atléticos de Filadelfia, Lena Blackburne, de regreso a su casa ubicada en el Condado de Burlington, New Jersey, cerca del rio Delaware, se le ocurrió salir a los pantanos cercanos a buscar un lodo que pudiera servir para solucionar el problema de agarre y control.

Grande fue la sorpresa al descubrir que el barro encontrado era increíblemente eficaz, lo limpió y tamizó para que fuera uniforme, juntó algunos barriles y lo dejó reposar durante el invierno, en la primavera repartió el producto teniendo una aceptación total entre los equipos de la Liga Americana, para 1950 todos los equipos de las Grandes Ligas, Ligas Menores y ligas universitarias ya lo utilizaban, Lena fundó una compañía llamada Lena Blackburne Baseball Mud que sigue siendo sumamente exitosa por más de 75 años, ha pasado de manos por tres generaciones, el dueño actual se llama Jim Brintliff, quien al término de cada temporada, sigue cosechando más de media tonelada de lodo de sus pantanos, lo mantiene en reposo de 3 a 4 meses y al comienzo de la primavera inicia el reparto de las latas con el maravilloso lodo especial, a todos los equipos de béisbol que se lo adquieren, para que sea frotada cada una de las pelotas que se utilizan en un juego profesional de béisbol.

En cada partido de béisbol de Grandes Ligas se preparan por lo menos seis docenas de pelotas con este barro que parece pudín de chocolate espeso, el encargado de realizar la labor se enfanga las manos, la consistencia es como si tuviera grasa o aceite de motor, toma cada pelota y la gira embarrándola por completo en un movimiento circular.

En las Ligas Profesionales de México, no se utiliza este sorprendente lodo, no es viable importarlo, para qué pagar por lodo de un pantano cuando aquí se desarrolla el ingenio mexicano y siempre hay una solución a cualquier problema, se utiliza la naranja, efectivamente, esa fruta cítrica llena de vitamina C, se corta a la mitad, se embarra en tierra batida de ladrillo o arcilla, de la misma con la que se prepara el terreno de juego y donde se ubican los jugadores del infield, y se frotan las pelotas, de esa manera se les mata el brillo y permite tener el control suficiente para tirar con velocidad y efectos.

La Respuesta.

A los bateadores de gran poder se les conoce como Sluggers, son aquellos que la mayoría de sus swings los hacen con la intención de depositar la pelota del otro lado de la barda, también se les conoce como toleteros, generalmente van a pelear por el liderato de cuadrangulares y el de carreras producidas de cada torneo, no es común que conquisten el de porcentaje de bateo, ya que no tienen la habilidad de chocar la bola para cierta dirección del campo ni con la fuerza requerida, siempre quieren desforrar la bola, se pueden reconocer por el volumen de su cuerpo, son grandes y fuertes.

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Seguiré comentando la próxima semana.