Por: Luis Colunga Dabussy

Monsanto es una empresa multinacional, fundada originalmente para la fabricación de productos químicos. Hoy en día, a lo largo de décadas de crecimiento global, Monsanto se ha convertido en un emporio dedicado a comercializar y provisión de productos para la agricultura, ha tomado el control de la venta mundial de semillas al apoderarse de empresas dedicadas a lo mismo. Es una empresa líder en el desarrollo de productos transgénicos, caracterizada por la agresiva aplicación de sus derechos de patente y por su filosofía corporativa que transgrede y denigra la práctica del cultivo de la tierra. Monsanto es ahora un monstruo capitalista hambriento de poder y contaminado hasta sus entrañas con la podredumbre del capitalismo y el consumismo.

Esta empresa ha creado una serie de productos que atentan con la salud humana y del planeta. Es responsable de utilizar hormonas de alteración genética en ganado bovino, produciendo graves variaciones en la estructura biológica de las vacas, daños que torturan la vida de dichos animales, pero que también, trastornan los productos derivados de ellas, tales como lácteos y su propia carne, afectando, también, a las personas consumidoras de estos productos.

El famoso agente naranja, es un herbicida, producido y comercializado, también por Monsanto, utilizado durante la guerra de Estados Unidos en Vietnam, que sirvió para devastar vilmente la selva vietnamita, de manera tal que los habitantes fueron privados de alimentos y vegetación así como de un lugar que los protegiese de la crueldad bélica norteamericana. El famoso herbicida resultó ser tan tóxico que ha producido malformaciones y cáncer en generaciones posteriores a la guerra, incluso, el agente tóxico es tan activo, que su daño en el suelo aún prevalece.

Esta empresa ha atentado contra la soberanía alimentaria de gran parte del mundo, ha sobornado, demandado, comprado y absorbido a distintas instituciones con el fin de violar el derecho de todos los pueblos a producir y consumir alimentos saludables, alimentos que ecológicamente desprenden sustentabilidad y se adecuan a la perfección con la cultura propia de cada pueblo. Monsanto ha invadido la Unión Europea con productos transgénicos, sin embargo, también se ha enfrentado a la oposición irreductible de países como Francia, España, Alemania, Grecia, Austria, entre otros, que han emprendido acciones para prohibir la producción de papa y maíz transgénico.

En México, la siembra de maíz genéticamente alterado ha comenzado a hacer aparición, el campo mexicano representa un blanco perfecto para la industria de Monsanto. EL cultivo de este maíz en nuestro país representa la imposible convivencia con alguna otra variedad orgánica de su misma especie, pues para eso está diseñado, lo que significa la vulnerabilidad de la agricultura y campesinos y campesinas mexicanas.

Foto: Marysol*, Algunos derechos reservados.

Greenpeace en conjunto con diversas organizaciones, e incluso con celebridades mexicanas, han tomado acciones en contra de este monstruo empresarial y las siembras piloto de maíz transgénico en nuestro país, reiterando al nuevo presidente de México, Enrique Peña Nieto, la postura en pro del derecho a una alimentación sin transgénicos y la prohibición ante el cultivo de transgénicos en nuestro país.

www.salvemoselmaiz.com

Las marcas asociadas con Monsanto que lideran el mercado mexicano son las siguientes:


Royal
Hellmanns
Maggi
Ybarra
Cuetara
Marbu
Nestle
Bimbo
Nestle
Kelloggs
Cadbury
Knorr
Gatorade
Lipton
Pepsi
SevenUp
Schweppes
Tang

Para darnos una idea sobre las personas que componen estos monstruos, el presidente de grupo Nestlé Peter Brabeck ha afirmado recientemente lo siguiente: El agua no es un derecho; debería tener un valor de mercado y ser privatizada. Declaración que ha escandalizado y producido polémica en distintas organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos y recursos naturales. Personas como ese hombre son las que manejan los monopolios alimenticios, cuando se consume alguno de sus productos no solo compra el objeto sino también la filosofía de la empresa, junto con todo el mal que esta produce al ambiente y su público.

Tengamos presentes que empresas como esta, contribuyen y legitiman el maltrato animal, el consumo desmedido y antiético. Es una de las principales amenazas en contra de los seres humanos, las toxinas de sus productos son un gran abanico de ataques hacia la salud y el medio ambiente, provocando un daño irreversible a la tierra y a las generaciones presentes y futuras. Es de vital importancia observar todo aquello que compras y llevas a tu mesa, que al final introduces a tu boca, pues, podrías estar contribuyendo al exterminio de tu propia familia y de esos seres que tanto amas y proteges.