(www.eloriente.net, México, 8 de diciembre 2014).- Ante la probable expedición de la Ley General de Movilidad que regule las protestas y manifestaciones públicas en México, conviene consultar la existencia de lineamientos similares en otros países del mundo.
Francia, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos, comparten el mismo procedimiento administrativo para ordenar las marchas y manifestaciones, el cual incluye el aviso previo por escrito a las autoridades policiacas indicando el nombre de un responsable, la cantidad de manifestantes esperados, la utilización de equipos de sonido, los tiempos de duración, la ruta o lugar público donde se generará la afectación y los motivos del reclamo. Todo esto con el fin de garantizar el pleno ejercicio de los derechos fundamentales de asociación, tránsito y expresión, además de salvaguardar el orden y la paz pública. Las autoridades en los mencionados países podrán negar el permiso de manifestación cuando exista la presunción de desorden y riesgo social. En Alemania, Estados Unidos y Reino Unido, se restringen aún más los actos de aglomeración en determinados lugares públicos con un valor histórico y cultural de notable importancia para la nación, con la finalidad de salvaguardar el patrimonio en estos centros.
En Canadá, concretamente en la provincia de Quebec, el gobierno aprobó una ley de emergencia que restringe las protestas. Al igual que en los países anteriormente mencionados, la disposición incluye la obligación de informar a la policía, con al menos ocho horas de anticipación, la realización y la ruta de cualquier manifestación en la que participen 50 personas o más.
Entrando a detalle en la normativa estadounidense, se contemplan lugares específicos denominados “Foros Públicos”, consistentes en plazas, calles, parques y banquetas donde la ciudadanía puede expresarse sin afectar al resto de la población. También existen los denominados “Foros Públicos Limitados”, en donde la autoridad está facultada para delimitar por razones de tiempos, temas, horarios y fechas, a todo tipo de manifestación. Para la utilización de estos espacios, los organizadores deberán pagar un derecho a las oficinas del tesoro local para poder realizar dichos actos, que van de los $ 25 a $ 45 dólares según el equipo de sonido que se pretendan montar o la cantidad de personas citadas a dicho evento.
La legislación de Francia, Reino Unido y Rusia, tipifica ciertas conductas e impone penas privativas de la libertad y sanciones pecuniarias. En el país galo, se sanciona de 6 meses a un año de prisión y se establecen multas de 7,500 a 15 mil euros cuando los manifestantes alteran el orden público o su acto es contrario a lo registrado ante la autoridad. En Reino Unido se sanciona con cárcel de tres meses a un año a quien altere el orden público en cualquier manifestación.
En Rusia, además de castigar con cárcel de uno a tres años a quien se manifieste sin avisar a la autoridad y genere desorden público, se imponen penas trascendentales de 5,000 a un millón y medio de Rublos. Una conversión aproximada de las divisas mencionadas, nos arrojan penas arriba de los 100 mil, 200 mil y 600 mil pesos. Esta ley que entró en vigor el 9 de junio de 2012, multiplica en más de 10 veces el monto de las multas para los infractores, prohíbe enmascararse durante las protestas y organizar acciones no autorizadas en forma de “paseos colectivos” que afecten el orden público. Prohíbe además, la portación de armas y contempla multas por violaciones del número anunciado de participantes o por el desvío de la ruta aprobada por las autoridades, así como sanciones de hasta 200 horas de trabajo forzado.
Han existido prohibiciones temporales a las manifestaciones. El 31 de agosto de 2011, el gobierno británico a través de la ministra del interior Theresa May, amplió la negativa de aceptar marchas en Londres y localidades aledañas. Estas restricciones dispuestas a petición de la policía, se originaron por el asesinato de Mark Duggan supuestamente a manos de la Policía Metropolitana de Londres. Entre el 16 y 19 de mayo, varias organizaciones de la izquierda, así como los movimientos Occupy y Attac protestaron en Fráncfort, Alemania contra la forma que los gobiernos europeos manejaban la crisis financiera. Los organizadores que contaron con alrededor de 40 mil participantes provocaron la prohibición de jornadas de protesta de cuatro días.
Foto: oskar karlin – Algunos derechos reservados
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