(www.eloriente.net, México, a 15 de agosto de 2016, por Jaime Palau Ranz).-  Uno de los integrantes en un equipo de béisbol que más trabaja y menos reconocimiento tiene por parte de la afición o la prensa es el batboy. Mucha gente se imagina que su única función es la de cargar los bates y recoger lo que dejan tirado los peloteros; nada más alejado de la realidad, su labor es mucho más completa y agotadora, llega a las 8 de la mañana y termina a las 2 am del siguiente día.

Guerreros de Oaxaca tiene desde hace nueve temporadas a un responsable de ese puesto, para conocerlo un poco más platiqué con Charly Sosa, a continuación la entrevista.

Jaime Palau: De dónde eres y cómo te conviertes en un bateboy.

Charly Sosa: Nací en Córdoba, Veracruz, mi padre fue un lanzador profesional que jugó en Cafeteros y Diablos Rojos, desafortunadamente nunca vivió conmigo así que no tenía un ejemplo a seguir ni nociones del juego de pelota, cierto día, caminando por el estadio de béisbol vi la puerta abierta y entré a curiosear, estaban practicando niños pequeños, el couch de pítcheo de nombre Martin Torres me preguntó mi nombre y de inmediato lo relacionó con mi padre. Desconociendo que en mi vida había tomado una pelota con mis manos, me invitó a probarme diciendo que traía los genes de un buen lanzador.

Otro couch, Barandica, sin saber quién era yo, me puso a ayudarlo con el entrenamiento de los niños, al terminar la práctica empezó a llover torrencialmente y no se hizo mi prueba, me presenté a la siguiente práctica volviendo a ayudar, al final se presentó nuevo aguacero y volví a respirar aliviado de no hacer la prueba.

Para cuando me subieron finalmente a una loma, vino la decepción al ver que mi brazo no tenía la fuerza necesaria, por fortuna ya me había hecho de las confianzas de Barandica quien me invitó a seguir colaborando pagándome por mis servicios, ese dinero me cayó de perlas debido mi situación económica.

Comenzó la temporada 2000 y en la primera gira de Cafeteros al norte del país, cruzaron la frontera para enfrentar a los Tecolotes en Laredo, Texas, el batboy del equipo aprovechó que ya estaba en suelo americano y desertó del equipo fugándose sin saber nadie más de él. Al regreso del equipo a casa, me llama el couch Barandica para ofrecerme el puesto, me entrevisté con el Sr. Chara Mansur quien al saber que era hijo de Carlos Sosa me contrató de inmediato puesto que lo recordaba con cariño, desde ese primer día me he dedicado a poner siempre el mejor de mis empeños como batboy, el manager que me debutó fue Eddie Díaz.

JP: Con que equipos has participado y como llegas a Guerreros de Oaxaca.

CS: Con Cafeteros de 2000 al 2002, 2003 Tigres de la Angelópolis, 2004 a 2007 Rojos del Águila de Veracruz.

En 2008 Guerreros de Oaxaca buscaba un batboy y le ofrecieron el puesto a Aaron Díaz quien era mi compañero en el Águila y muy reconocido por su eficiencia, él tenía a su padre enfermo y no deseaba alejarse de Veracruz para atenderlo, así que me dijo que llamara a Guillermo Rodríguez para ofrecer mis servicios, fueron aceptados con la condición de que se aprobara con suficiencia mi trabajo, desde ese año estoy en Oaxaca donde me siento muy feliz, ya son 9 temporadas, aquí ahora tengo un hogar, una esposa y un hijo oaxaqueños a quienes adoro.

JP: A quien recuerdas con cariño por haberte ayudado y que te ha dado más satisfacciones en tu trabajo.

CS: Julián Yan, manager jugador de Cafeteros, quien era mi ídolo, me tuvo gran paciencia, sus consejos y enseñanzas fueron la base para mi vida.

¿Satisfacciones? La primera, haber ido a Cancún, era mi gran sueño, también conocer peloteros extraordinarios, haber visto cómo se alcanzaban metas o se implantaban nuevos récords, el más destacado cuando en 2005 el Águila bateó cuatro cuadrangulares consecutivos espalda con espalda a los Acereros de Monclova, la mayor satisfacción de todas, haber acudido a 3 Juegos de Estrellas.

JP: Cual ha sido el momento más difícil en tu carrera.

CS: En la temporada 2003, el gerente de Cafeteros propuso a la liga que la ropa sucia de los dos equipos que se enfrentaran, fuera lavada por el equipo de casa, de esa manera no habría que andar consiguiendo lavanderías abiertas a media noche en las giras, moción que fue aceptada por todos, en una serie donde recibíamos a Olmecas de Tabasco, sufrí un padecimiento en el sistema linfático de una de mis piernas, la cual se me inflamó terriblemente produciendo dolores inaguantables, no era fácil para mi desplazarme, adicionalmente, el material para lavar los más de 300 kg de ropa de ambos equipos era claramente insuficiente, trabajé toda la noche y la mañana siguiente, sin haber probado alimentos envié la ropa de Tabasco a su hotel hasta las 4 de la tarde.

Antes de iniciar el juego llegó el gerente de Cafeteros gritando insultos, Olmecas se había quejado que no pudieron realizar su práctica por falta de uniformes y zapatos, le reclamaban que para que propuso que los locales hicieran la labor de limpieza si no podía cumplir con lo ofrecido, quien pagó los platos rotos fue el batboy responsable, no importaban razones ni la evidente lesión en la pierna, los insultos continuaron hasta que decidí retirarme del equipo en ese mismo momento, es mi trago más amargo, cumplir con mis obligaciones a costa de mi salud y aun así perder mi trabajo.

JP: ¿Qué se hizo mal este año en los Guerreros de Oaxaca?

CS: Bajo mi perspectiva dos razones, primero, la pretemporada, mucha carga de trabajo, viajes de exhibición muy largos a poblaciones donde no había facilidades para conseguir alimentos sanos y suficientes, segundo, arrancar con tan solo 4 extranjeros y sin México-Americanos, fue otorgar una gran ventaja a todos los demás equipos, lamento que por no calificar a postemporada, dejemos de tener ingresos, no solo los integrantes del equipo, sino también vendedores, encargados de mantenimiento o seguridad entre otros.

JP: Que haces cuando termina la temporada y como te ves en el futuro.

CS: Me veo con fuerza para seguir como batboy eficiente otros diez años, después me veo narrando o escribiendo de béisbol, quizás dirigiendo una escuela de pelota para niños y jóvenes.

Yo me sigo preparando, estudio en línea la licenciatura de comunicaciones, tengo claro que el no haber sido pelotero profesional no significa no tener conocimientos de este deporte, al estar tan cerca de los grandes jugadores, observo con detenimiento los movimientos y la mecánica de lanzadores y bateadores para poder transmitir esas experiencias a los muchachos para que empiecen a destacar en las ligas locales y porque no, en la LMB.

JP: Que es la familia para ti.

CS: Es lo más grande, mi disciplina para seguir adelante en la vida, son el motor que me impulsa cada día.

Tuve la oportunidad de platicar con su guapa esposa, la Sra. Lili Aragón, quien me externó que no sabía nada de béisbol hasta casarse con Charly, ahora va a todos los partidos y ya empieza a entenderlo, es afortunada por poder llevar a su hijo al trabajo del papá, convive cordialmente con las esposas de todos los peloteros, destacando la amistad fuera del terreno de juego con las señoras de Jaime Brena y Erick Rodríguez, finalmente, tiene el mismo sueño inicial de Charly, ir a Cancún en una serie para disfrutar el mar.

Si desea contactarme favor escribir a jpr.cronicas@gmail.com

Facebook: Jaime Palau Ranz

Tweeter: @jpranz

Seguiré comentando la próxima semana.

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