Actualmente, los científicos trabajan a contrarreloj para lograr encontrar una vacuna para combatir al nuevo coronavirus, a falta de un tratamiento eficaz contra la COVID 19, pero cuánto tiempo toma hacer una vacuna y cuáles son las etapas por las que hay que pasar? Los científicos estiman, que si todo va bien, para mediados del 2021 se podría contar con una o con varias vacunas contra el SARS-CoV2.

Una vacuna no se « descubre », no se encuentra así, bajo el lente de un microscopio. Una vacuna se hace, se construye poco a poco.



El nuevo coronavirus, llamado SARS-CoV2, se ha extendido por todo el mundo y a pesar de algunas falsas esperanzas, aún no se ha encontrado un tratamiento eficaz para combatir la enfermedad que provoca, la COVID 19.

De ahí que encontrar una vacuna contra esta nueva enfermedad podría ser una medida para proteger a largo plazo a los humanos. Actualmente, hay alrededor de un centenar de proyectos de vacunas, de los cuales sólo 7 u 8 son, según la Organización Mundial de la Salud, « candidatos serios ». Por candidatos serios se entiende que pueden llegar a su etapa final, es decir a poder ser producidas y usadas para la población en general.

Para recordar, el principio de una vacuna es el de introducir en el organismo a dosis seguras de un virus particular, para activar el sistema inmune y que éste produzca anticuerpos para defenderse.

Hay varios tipos de vacunas, en primer lugar, las vacunas « vivas atenuadas » que utilizan una forma atenuada o debilitada del virus original que provoca la enfermedad.

Hay vacunas « inactivadas », que utilizan la versión muerta del virus que causa la enfermedad. Estas vacunas no suelen proporcionar una inmunidad tan fuerte como las vacunas vivas atenuadas.

En otra categoría están las vacunas de subunidades, recombinantes, polisacáridas y combinadas que utilizan partes específicas del virus, como su proteína, azúcar o cápsula (una carcasa que rodea al virus).

Por último, están las vacunas con toxoides, que utilizan una toxina (producto nocivo) fabricada a partir del germen que causa una enfermedad

El largo proceso de hacer una vacuna

Se necesitan por lo menos 3 etapas para lograr hacer una vacuna, incluso a veces se habla de una posible fase 4.

Una vez que un laboratorio ha logrado « diseñar » una vacuna, emprende un largo y estricto proceso para que sea segura y efectiva para el ser humano.

Primero, la vacuna va a pasar por varias pruebas  in vitro y va a ser probada en animales como por ejemplo, en ratones. Esta es la etapa pre clínica, también llamada fase « 0 ».

En esta etapa, se trata de demostrar que la vacuna es segura y que funciona en los animales. Si supera esta prueba, entonces se puede pasar a la etapa de los ensayos clínicos, es decir, en humanos.

La etapa de los ensayos clínicos tiene 3 fases, y se conocen por sus números romanos : la I, la II y la III, en función del número de participantes, llendo de un pequeño número de voluntarios a uno mucho mayor.

La Fase I va a probar la vacuna en grupos de entre 20 y 100 personas saludables. El estudio en esta fase se concentra en asegurarse que esta nueva vacuna no es nociva para la salud, que es efectiva. También sirve para identificar posibles efectos secundarios y para comprobar cuál es la dosis adecuada para administrar. En esta fase está por ejemplo la vacuna ChadOx1 del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford del Reino Unido. Este Instituto señaló que quizás para finales del 2020 podrían tener lista una vacuna, pero para un uso muy limitado.

La Fase II es un estudio a mayor escala donde participan varios centenares de personas voluntarias. Se evalúa sobretodo la reacción del sistema inmunológico ante la vacuna y también cuáles son los efectos secundarios más frecuentes a corto plazo. Varios de los « candidatos serios » a los que hace alusión la OMS están ya en esta fase II, como por ejemplo la vacuna AD5nCoV en China, de CanSino Biologics. Así también, la vacuna de virus inactivado del Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, perteneciente a Sinopharm, el grupo farmacéutico nacional de China.

La Fase III es un ensayo a una mayor escala, diez mil voluntarios por ejemplo. En esta fase se compara la manera en la que las personas que fueron vacunadas evolucionan con respecto a las que no lo fueron. También se hacen estadísticas sobre qué tan efectiva  y segura es dicha vacuna. Y se buscan otros posibles efectos secundarios que hayan surgido en la segunda fase. En esta fase, si todo va bien, se obtiene la autorización de las instancias de salud.



Por último, en algunos países como en Estados Unidos, muchas vacunas se someten a una cuarta fase, una especie de monitoreo masivo sobre cómo reaccionan las personas al utilizar la nueva vacuna.

Una vez que la vacuna ha superado las 3 fases de ensayos clínicos en humanos,  en tiemo normal, se puede esperar incluso hasta un año y medio para realmente poder distribuir a la población general la nueva vacuna, ya que está la otra parte de las patentes y producción de vacunas.

De cinco a diez años 

El proceso normal para hacer una vacuna es de entre 5 a 10 años. Para la COVID 19, los científicos estiman que lograrán obtener una vacuna en tan sólo 12 a 18 meses.

Un tiempo récord en realidad. Pero en muchas ocasiones, las vacunas no logran llegar a su fase final, ya que el virus muta y hay que volver a empezar. Es lo que sucede con la vacuna contra el VIH, un virus que cambia continuamente  y es por eso que al día de hoy no se ha logrado una vacuna para la enfermedad del sida.

Los expertos señalan que si todo va bien, para mediados del 2021 podría haber una o varias vacunas contra el nuevo coronavirus, el SARS CoV2. Otra pista es el desarrollo de medicamentos antivirales, si no se logra una vacuna suficientemente eficaz. Pero ésa es otra cuestión.