Jorge Drexler despide a Pau Donés: Eso que tú me diste

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Eso que tú me diste

Jorge Drexler*

Conocí a Pau Donés, apenas llegar a España, allá por 1995, cuando los dos empezábamos.
Nuestros primeros discos salieron juntos en el 96, por la misma discográfica, Virgin, así que nos tocó recorrer radios juntos y soportar lo que a todas luces era para los dos un fracaso de ventas.

Estábamos felices igual.

Habíamos dado muchas vueltas en la vida y hecho muchas cosas diferentes antes de conseguir -más bien tarde- vivir de lo que mas nos gustaba: hacer canciones y cantarlas por ahí.

Pocos meses después, cuando la cosa seguía sin remontar, Pau consiguió por su tesón inagotable, meter “La Flaca” en una publicidad importante.

El resto, ya es la parte de la historia de Jarabe de Palo que todos conocen, pero verlo pelear con uñas y dientes esos primeros meses de adversidad, fue una lección suya que nunca olvidé.

La otra lección que no olvido fue su generosidad a prueba de balas.

Tres años después, cuando él recorría el mundo en su momento de mayor éxito profesional (y yo seguía feliz…pero sin vender un disco después de 2 intentos más), Pau le pidió a Virgin una caja de mi disco “Frontera”; se la llevó de gira bajo el brazo y no solo ponía el disco para abrir sus conciertos de Jarabe, sino que lo entregaba en persona a todos los jefazos regionales de nuestra discográfica, insistiéndoles para que lo editaran en su país.



Él era el artista más poderoso del momento y yo seguía siendo un desconocido, pero cada vez que tenía un evento importante me llamaba para cantar con él.

Así, cuando mi carrera estaba agonizando, Pau consiguió personalmente convencer a Virgin (EMI) Argentina para que sacaran mi disco ahí, a fuerza de ser pesado, cabezota e insistente, como sólo él podía ser cuando algo se le metía entre ceja y ceja.

Poco a poco pude así salir a flote y seguir grabando discos, en buena parte gracias a su intervención.

Así era Pau.

Su sonrisota de montañés, su sentido del humor, su franqueza, sus noches de farra y sus llamadas con consejos en las encrucijadas del trabajo y de la vida. Siempre positivo, sin quejarse, relativizando las cosas y evitando el drama inclusive en estos últimos años tan duros para él.

Hace unos días, gracias a Morgan Britos, esencial compañero de viaje de los dos durante muchos años (cuántas cosas de trabajo y de las otras compartimos, Pau, amic querido!) supe que se nos estaba yendo y tuve la oportunidad de mandarle una versión de “Eso que tú me das” (una de sus canciones más bonitas, en mi opinión) por mensaje de audio y de —a nuestra manera, sin decirlo directamente— despedirnos.

Guardo tu último, breve mensaje, como un tesoro, querido compañero.

Así, que como tu firmabas: Petonets, amic.

Bon viatge i una abraçada ben forta per tota la familia.