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7 de agosto/2012
  • La escritora, cuyo nombre es sinónimo también de reconocimientos, falleció el 7 de agosto de 1974

Considerada una de las más grandes escritoras en español del siglo pasado, Rosario Castellanos sigue vigente no sólo con sus poemas, ensayos y cuentos;  su legado ha traspasado el tiempo y las barreras físicas llegando a ser reconocida en todo el país y gran parte del mundo.

Conaculta recuerda a la autora de Balún Canán en su trigésimo octavo aniversario luctuoso remembrando aquellas distinciones y sitios que llevan en su nombre el de una mujer que luchó por los derechos de género y de las minorías étnicas a lo largo de su vida.

En este 2012 se entregó el primer premio Rosario Castellanos a la Trayectoria Cultural de la Mujer, siendo la periodista Cristina Pacheco quien recibiera dicho galardón. Así mismo, año con año se realiza la convocatoria al Premio Nacional de Novela Breve que lleva su nombre y el Congreso Local de Chiapas otorga anualmente una presea que simboliza la obra y vida de la autora, a personajes públicos que lleven una vida profesional de vocación de servicio.

Para homenajear a la prolífica escritora, se han bautizado bibliotecas con su nombre. Son principalmente cuatro albergues de conocimiento los que otorgan tal distinción.

El Fondo de Cultura Económica recuerda a la autora reconocida en su época como una importante promotora cultural al nombrar en su honor una de las librerías más grandes e importantes del Distrito Federal, ubicada en el Centro Cultural Bella Época; que además de ofertar un amplio catálogo literario tiene espacios dedicados a diversas expresiones artísticas.

La Universidad Nacional Autónoma de México distinguió a la escritora dándole su nombre a la biblioteca del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG); cabe recordar que Rosario Castellanos plasmó en gran parte de sus escritos ideas y visiones del rol de la mujer en la sociedad.

La Biblioteca Municipal de Comitán, Chiapas, es la edificación que sirve de homenaje para la poeta que vivió gran parte de su vida en esta localidad; cuestión que despertó su interés por los pueblos indígenas de México, tema frecuente en sus trabajos literarios.

Otro inmueble que lleva el nombre de la novelista, es la Biblioteca Central Delegacional de Tlahúac, cuyo acervo y colecciones están a disposición de los habitantes del barrio de Santa Cecilia.

Existen en el país otros espacios públicos bautizados en honor a la poeta, entre ellos destacan algunas calles del Distrito Federal, Estado de México y Tamaulipas; escuelas de todos los niveles educativos, plazas y parques, siendo el más representativo el que se ubica en el Bosque de Chapultepec.

Rosario Castellanos nació el 25 de mayo de 1925 en la Ciudad de México. Pasó gran parte de su infancia y adolescencia en Comitán, Chiapas, lo que le sirvió para adoptar diferentes aspectos del mundo indígena en su obra, como se observa en sus trabajos: Balún Canán, texto por el que recibió en 1958 el Premio Chiapas; así como los cuentos Ciudad real (1960), Los convidados de agosto (1964) y Oficio de tinieblas (1962).

También fue condecorada con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 1962, el Premio Carlos Trouyet de Letras en 1967 y el Premio Elías Sourasky de Letras en 1972.

Castellanos es reconocida por formar parte del grupo de escritoras mexicanas del siglo XX que incursionaron en diferentes géneros literarios; experimentó dentro de la poesía y la narrativa, destacando en cuentos y novelas, obras de teatro, ensayos y textos periodísticos.

Fue nombrada embajadora de México en Israel en 1971, donde laboró como catedrática de la Universidad Hebrea de Jerusalén, puesto que desempeño hasta su muerte, ocurrida en Tel Aviv el 7 de agosto de 1974, a la edad de 49 años. Sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.

Foto: CONACULTA