Por: Adriana Vasconcelos

Desde entregas anteriores hemos venido comentando el comportamiento de la inflación en México y el componente relacionado al precio de los granos básicos, el cual, especialmente para el trigo y maíz, se ha mostrado al alza, de la misma forma que paralelamente hemos presenciado el aumento en el precio del huevo; los tres productos básicos en la dieta del mexicano.

Este tema, aunque bastante difundido, en ocasiones es poco comprendido en sus implicaciones en el mediano plazo, en especial ahora que ha comenzado un periodo de transición en el poder ejecutivo, por lo que considero que entre todos los tópicos que son de interés nacional, conocer la estrategia que se implementará en este sentido es de importancia.

De igual forma, también es destacado el grado de pobreza que enfrentamos en México y la sequía que ha azotado al norte del país, aunado a las condiciones de inseguridad que inciden en la producción agrícola e industrial de aquellos estados. Por lo tanto, conociendo esto, el contexto internacional nuevamente refleja el interés que debemos poner en dichos apartados.

Por ejemplo, el Banco Mundial estima que luego de dos meses de caídas consecutivas en mayo y junio de este año, su índice de precios de los alimentos se disparó en 10% en julio, dicho índice mide el precio en dólares estadounidenses de diversos productos alimenticios comercializados en el mercado mundial, el cual muestra fuertes alzas ese mes, salvo en el caso del arroz, que bajó 4%. Los precios del maíz y del trigo aumentaron abruptamente en 25%, al igual que los del azúcar en 12% y los del aceite de soja en 5% (17% en el caso de los frijoles de soja) durante dicho mes. Además revela que, según informes, las sequías más graves aumentan la pobreza en 17 puntos porcentuales y golpean especialmente a las comunidades pobres de pequeños agricultores[1].

Por tal motivo, es indispensable que el nuevo gobierno, su equipo de transición, y los futuros delegados federales involucrados con el sector, comiencen a perfilar las estrategias que habrán de continuar, modificar o renovar para que el impacto no sea de consideración, especialmente tomando en cuenta el margen de importación que nuestro país tiene al respecto y el respaldo a los productores nacionales, ya que los aspectos climáticos, debido al fenómeno de “El Niño”, podrían generar mayores efectos en la producción de Estados Unidos, la Federación de Rusia, Ucrania, Kazajstán e India, disminuyendo su nivel de exportación.

Agregando a dichos datos, se señala lo que reportó Infoaserca, dependiente de la SAGARPA, respecto a los precios futuros en el comercio internacional de dichos granos, emitidos el 5 de septiembre:

  • Los futuros de trigo tuvieron comportamiento negativo.
  • Los futuros de maíz tuvieron comportamiento negativo debido al contagio del mercado de soya, junto con la demanda lenta de maíz de E.U.A.
  • Los futuros de algodón cotizaron con tendencia positiva.
  • Futuros de arroz cotizaron con tendencia positiva.

Lo anterior, nos permite apreciar una parte de la tendencia actual, pero que, en un momento dado, si se aplican las políticas con prontitud, podrían no tener el impacto que comienzan a prever algunos analistas; aunado a esto debemos mencionar que hay estados como Querétaro, Sinaloa y Tlaxcala, que tienen un panorama positivo en relación a su producción agrícola.


[1] Alerta sobre precio de los alimentos. Consultado el 02 de septiembre de 2012 en  http://www.bancomundial.org/temas/preciosalimentos/alerta/agosto-2012.htm?cid=EXT_BoletinES_W_EXT