Por: Guadalupe Zarza Briseño

Los grandes chispazos del cambio son los producidos por los creativos, esas extrañas personas que se mueven a un ritmo diferente del resto. Los que se atreven a lo insospechado, a los que les importa poco lo disparatado de sus ideas, las que simplemente juegan a transgredir lo convencional.

Nuestra educación y por resultado nuestro proceso de pensamiento es lineal, es decir, todo lleva una lógica, un sentido, es predecible, repetitivo, secuencial, espero darme a entender; por ejemplo, para barnizar una puerta primero debemos lijarla, luego entintarla y por último barnizarla.

Qué pasaría si primero la barnizo, luego la lijo y por último la entinto; pero para eso me atrevo a inventar un nuevo polímero. Eso es el cambio, eso es la creatividad; ella surge de una idea loca, disparatada, algo que no puede ser lógico, que no lleva una secuencia, que depende más de la probabilidad y de la baja probabilidad; solo que esas ideas, las de los creativos, cuando pegan son un home run.

Nuestra educación nos lleva a competir de una manera cruda, cruel diría yo en donde los que siguen las reglas logran pasar de grados o avanzar. El mundo exterior es todavía mas cruel que la escuela ya que nos encontramos a muchos haciendo lo mismo que nosotros, entonces ¿cómo nos podemos diferenciar?.

Por supuesto que con más capacitación, misma que de nada sirve si no le ponemos creatividad a los que hacemos.

Innovar, reciclar, jugar, mejorar nos llevan día a día a afinar más nuestra creatividad, a perder el miedo a ser diferentes, a ser insolentes.

El proceso del pensamiento humano tiene esos ciclos o esos momentos en donde somos mas creativos, en donde nos salta ese chispazo que nos da la solución a algo que nos venía dando vueltas y vueltas en la cabeza y no encontrábamos  la solución.

Nuevamente les pido que piensen en qué momento del día se les prende el foco, cuándo les sale la solución. Puede ser en la regadera, cuando hacen ejercicio, con la ayuda de algún ruido de fondo como pueden ser los clásicos, o cuando están en el baño, o cuando se duermen. Traten, traten con todas sus fuerzas de recordar esos momentos, y reprodúzcanlos, mejórenlos con algún aroma o con alguna música, ese ambiente les dará paso a la creatividad.

Tratemos de estimular nuestro pensamiento lateral, el de las aternativas, el de las comparaciones, el de las mezclas o combinaciones, el que exagera las cosas, las deforma, las minimiza y finalmente las transforma.

Por ejemplo: ¿Han pensado en la producción de tlayudas de colores? ¿o de quesos rellenos de mermelada? Por qué no, puede ser un hit.

En la creatividad está el verdadero cambio, el verdadero negocio, dense ese regalo, el trabajo será más armónico y la vida más feliz.

Ojo, no estoy queriendo decir que su vida no tenga un sentido bien trazado o que su negocio  pierda el rumbo por ser creativos, no, para nada, el rumbo empresarial siempre debe seguir, la meta es la meta, lo que les pido es que le pongan más imaginación a lo que parece normal, que decoren su rutina, verán que entonces es cuando empiezan a transformar su entorno y su vida.

Un abrazo.

 

Foto: Surizar, algunos derechos reservados.