Nota(s) al pie (I)
Columna quincenal para El Oriente.net
13/XI/2013
Por: Juan Pablo Ruiz Núñez
Empezaré con una obviedad: las manifestaciones de las artes y la cultura se generan en un tiempo y sociedad específicos. Toda expresión humana, en síntesis, es producto de una sociedad y un proceso histórico-político determinados. No obstante, las palabras sociedad, política, cultura, arte(s) suelen representar ideas y conceptos que (algunas) personas y medios de difusión han separado muy a su conveniencia. El pensamiento neoliberal ha impuesto su visión de las expresiones artístico-culturales al buscar escindirlas del ámbito de lo social y político, olvidando que, como aguja transversal, lo traspasan todo. Una visión aséptica de la realidad y de la cultura, que pretenden igualmente aséptica e inodora, autoreferencial, como si se generara a sí misma desde sí y no fuese influida y determinada por los procesos históricos o las relaciones sociales de clase o género.
El pensamiento conservador burgués —aún con ímpetu— busca olvidar-desterrar la afirmación y realidad de que todo arte es político. Y toda manifestación artística lo es simplemente porque se lanza al ámbito de lo público, en la polis, en donde es exhibida y puesta en circulación en tal o cual plataforma. Llámese poema, película, performance, obra de teatro, conferencia, blog, videodanza, pieza musical. Cualquier obra, la que sea, sólo es real en la medida en que es vista, palpada, leída, escuchada, percibida, decodificada por otro ser humano distinto de quien la creó. Si no, no existe, no tiene sentido de ser. Por ejemplo, el texto escrito por alguien en un momento y lugar específicos no se realizaría a plenitud si nadie lo leyese y, antes, si nadie lo hubiese editado-publicado (en la misma palabra: hacer público).
Nota(s) al pie será una columna de reflexión sobre temas de cultura/arte y sociedad. Abordará, quincenalmente, temáticas varias alrededor de los ámbitos de lo estético y lo ético, atravesados por la esfera de lo público-político, haciendo eco y correspondencia de la sociedad de la que emanan. La esfera de lo estético y su contraparte política serán los espacios de tránsito y de aproximación. Pero no en abstracto si no desde la realidad y de las relaciones e interacciones dentro de la sociedad y la polis. Esto quiere decir que se comentaran expresiones y manifestaciones del ámbito artístico-cultural en su relación intrínseca con la sociedad, de la que se vuelve espejo, interlocutor, contraparte, transmisor. A partir de temas de actualidad o no, abordaré sucinta pero sustancialmente el estado de cosas en dichas áreas a nivel local, nacional y más allá. Referiré hechos de arte-cultura/sociedad con sus luces pero también con sus sombras, transparencias y opacidades. Sabemos que la realidad es multidimensional y contiene aristas diversas.
Tomaría en cuenta la economía política de las prácticas artísticas, como sugiere la escritora mexicana Cristina Rivera Garza, para evitar valoraciones basadas en el mero gusto, y promover “una reconsideración radical del trabajo artístico, y del trabajo asalariado/productivo con el cual se entrelaza de maneras relevantes tanto política como estéticamente”. Quiero alimentar una discusión sobre la autonomía del arte y su separación —en apariencia “natural” desde la modernidad— de la experiencia cotidiana y popular, es decir, política, dentro de la cual se origina.
El arte es político por definición, idea que recupero de Jacques Derrida y Jacques Rancière. Trataré de acercarme al arte, la cultura desde su sustrato comunitario. Nota(s) al pie quiere ser una aproximación a la realidad local, una forma de compartir mi mirada, una mirada subjetiva y parcial, determinada por mis experiencias, lecturas, filias, fobias, y el contexto sociocultural y político en el que me he formado y desenvuelto. Las llamadas artes y la cultura no se pueden comprender si no se ve y explica el contexto sociopolítico —y sus irradiaciones— del cual emanan.
Agradezco a El Oriente la difusión de estas Nota(s) al pie. En Oaxaca no existen, a la fecha —no recientemente, al menos—, espacios en los medios impresos y electrónicos en donde se cultive una crítica reflexiva, equilibrada e informada respecto de los sucesos y expresiones artístico-culturales de Oaxaca, México, el mundo. Y se animen el diálogo, la retroalimentación, la escucha, prácticas necesarias, saludables para cualquier sociedad.
Tw: @JuanPablornz