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Conacyt
15 de junio de 2018
Radicales Libres, la primera generación de egresados del diplomado Divulgación científica divertida, es un grupo comprometido con llevar el conocimiento a plazas públicas, barrios, calles y acercar la ciencia a la colectividad.
Avalados por el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Oaxaca (CIIDIR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Consejo Oaxaqueño de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cocitei), los 32 participantes que concluyeron la instrucción en ámbitos como arte escénico, conferencias, talleres, obtuvieron la validez para divulgar el conocimiento científico a partir de la oralidad.
El catedrático del diplomado y responsable del Laboratorio de Educación Ambiental y Divulgación de la Ciencia del CIIDIR, Eduardo Manuel Rubio Espinosa, precisa que el currículo desarrollado durante cinco meses todos los fines de semana, se dividió en cinco módulos y no tuvo costo alguno para los asistentes.
“La divulgación científica se ha dividido en dos vertientes: la escrita y la oral, en este diplomado trabajamos en la segunda, que busca llegar al gran público, de ahí que se haya implementado la aplicación del conocimiento”, refiere.
E indica que al final de cada etapa, los estudiantes debían presentar su trabajo ante el público, de tal forma que desarrollaron estrategias como la Feria de las Mentiras, el teatro científico, las conferencias, talleres, así como un recorrido científico por las principales calles de la ciudad.
Con el objetivo, añade, de aplicar los conceptos de la ciencia para provocar asombro entre las personas que participan en las actividades, de tal forma que logren comprender de manera sencilla y tomen interés.
Reconoce que la labor de la divulgación es una materia reciente, ya que hasta hace algún tiempo se consideraba que el investigador tenía la responsabilidad de dar difusión a su trabajo. Lo que se había realizado, pero entre pares.
Ante ello, sostiene, se registraba un vacío que ha ocupado el divulgador, quien promueve un acercamiento de la comunidad con la ciencia. A diferencia de la difusión entre especialistas, explica, la divulgación tiene el fin de formar una interfaz entre el especialista y el público.
La profesionalización de la divulgación científica cubre un vacío que desvinculaba la ciencia con el gran público, considera el catedrático Eduardo Manuel Rubio Espinosa.Con una narrativa creativa, de forma accesible, se recrea la ciencia para que la sociedad reinterprete la utilidad en su vida cotidiana de los descubrimientos.
Previo al diplomado, el CIIDIR y Cocitei habían implementado el taller La ciencia de la risa, que sirvió como prototipo para implementar una instrucción más específica y otorgarle validez oficial, indica la jefa de la Unidad de Vinculación del Cocitei, Biiniza Matías Pineda.
Señala que al inicio del diplomado se contaba con 41 inscritos y concluyeron 32 personas que han hecho de la diversidad de profesiones y habilidades, su mayor fortaleza.
“El logro más importante, es que este grupo continúe junto y busque llevar los conceptos aprendidos en las aulas a la calle”, indica.
Erik Cruz Mendoza, un joven de 23 años que concluyó el diplomado, afirma que las diferencias de profesiones y de edades no separa a los Radicales Libres de su interés por comunicar ciencia, para lo que cuentan con herramientas teóricas y metodológicas.
“Que el material no se quede en el salón de clase”, indica, tras lo que confía que a la brevedad buscarán presentarse en instituciones educativas y ferias de la ciencia que se realizan al interior del estado, con trabajos como la Feria de las Mentiras, monólogos y teatro.
Mientras tanto, Lizbeth Robles López considera que es importante conocer el público frente al que se lleva la labor de divulgación, lo que permite preparar adecuadamente la narrativa e identificar el tipo de estrategia que se utilizará.
En su oportunidad, Nancy Hilario destaca que entre los descubrimientos efectuados por este grupo multidisciplinario que se encontró en el diplomado, está la construcción colectiva de las propuestas, lo que da una dimensión social a la ciencia.
La comunicadora y docente Gisela Blas afirma que aprender no debe pesar, por el contrario, necesariamente se requiere que sea divertido, de ahí que los juegos, la caracterización de personajes, así como el trabajo conjunto, sea un objetivo de Radicales Libres.
