Por N22

La frecuencia de la voz humana es un factor determinante para el entendimiento comunicativo eficaz. El rango es amplio, sin embargo, hay una parte del espectro en el que se vuelven indistinguibles las voces del hombre y de la mujer. Pensando en esto, y con el crecimiento exponencial y omnipresencia de los asistentes por voz, la empresa nórdica VIRTUE y Copenhagen Pride emprendieron el proyecto “Q”, el primer asistente de voz neutro en el mundo.

Las voces femeninas y masculinas utilizadas en los asistentes son determinadas por los diversos estudios que realizan las compañías de tecnología. Con base en los resultados obtenidos ha predominado la preferencia por voces femeninas como Siri de Apple, Cortana de Microsoft y Alexa de Amazon. “Q” responde a una exigencia de la comunidad no binaria, quienes no se autodenominan ni hombre ni mujer.

El sesgo de género y los estereotipos son una realidad que ha alcanzado a los asistentes digitales por voz pues los usuarios no se limitan a realizar búsquedas simples, sino que exploran las posibles respuestas que la inteligencia artificial implementada en los asistentes puede dar a distintas circunstancias. Desde una broma inocente hasta una propuesta sexual, pasando por el insulto; los usuarios ponen a prueba las limitaciones de los algoritmos.

Con el factor de la feminización de la voz y la actitud que los usuarios han mostrado en diversos estudios hacia los asistentes virtuales, será importante observar cómo se implementarán proyectos como Q, donde su asexualidad ponen un reto a las compañías tecnológicas que siempre procuran responder a las demandas de sus clientes, con la cuestión de la inclusión, la diversidad y el respeto de por medio. Habrá que estar atentos.