Estadio Eduardo Vasconcelos. Foto: David Moreno

(www.eloriente.net, México, a 7 de octubre de 2018, por Jaime Palau).- La gran final de la Liga Mexicana de Béisbol temporada 2 del 2018 está en marcha, se enfrentan los campeones de las Zonas Norte, los sultanes de Monterrey y de la Sur, Guerreros de Oaxaca, cada uno con méritos propios y aprovechando todo lo que el reglamento estipulado te permite, es decir, un equipo como Oaxaca viene de ser quinto en la clasificación general de la temporada y está instalado en la gran final y peleando palmo a palmo.

Todos los clubes aceptan los reglamentos antes de empezar cada campeonato y por lo tanto nadie puede decir que es injusto que un número 3 de 8 de una zona se enfrente al 5 de 8 de la otra, todos saben de antemano de esto puede suceder y además motiva y da esperanza a los equipo más chicos para cerrar con fuerza el torneo, embalarse y pelear por el campeonato, esta es una pelea a mediano plazo y va a ganar el más fuerte, el más inteligente y el mejor preparado a ese momento.

Estadio Eduardo Vasconcelos. Foto: David Moreno

Para los aficionados de Oaxaca, es inevitable que venga a la memoria el recuerdo de hace 20 años cuando se conquistó el único campeonato que tiene en su palmarés, en esa ocasión terminó tercero de grupo en la Zona Centro, despuñes de Diablos Rojos y de Tigres, en esa ocasión había tres Zona y calificaban los dos primeros lugares de cada una y completaban el cuadro de cuartos de final, los dos equipos que quedaran en tercero o cuarto lugar de alguna de las Zonas con mayor cantidad de juegos ganados que todos los demás.

Los Guerreros de Oaxaca terminaron la temporada a tambor batiente, nadie ganó tantos juegos como ellos en el último mes de temporada, no le alcanzó para rebasar a Tigres como segundo de grupo sin embargo los más de 20 juegos ganados en el mes de julio daban una idea del poderío del equipo, el record de ganados y perdidos lo hubiera ubicado en la cuarta posición entre todos los equipos, sin embargo por ser tercero de Zona fue enviado a la séptima posición para enfrentar al segundo de la general, que en este caso fue Diablos Rojos.

Todos saben la historia, el hermano menor Guerreros pasó en seis juegos encima de los Diablos, ocasionando un disgusto superlativo en Roberto Mansur Galán, que en ese momento era socio de ambos equipos pero su corazón era totalmente escarlata, con el tiempo aprendió a querer a la tribu aunque su preferencia siguió siendo por los Diablos, al ganar Guerreros, debía enfrentar a Sultanes de Monterrey que fue el mejor equipo de toda la temporada, un trabuco lleno de ex ligamayoristas.

Los primeros dos juegos se realizaron en el Palacio Sultán, hermoso estadio de tres pisos que tiene un aforo de 35,000 espectadores cómodamente sentados, en el primero de la serie, Oaxaca dominaba el partido y lo ganaba hasta la novena entrada, con dos outs en la pizarra y su cerrador de lujo, el finado Sixto Baez, viene una rola al pitcher para terminar el juego, todos los aficionados de Guerreros estaban a punto de saltar de alegría por la victoria.

Increíblemente el lanzador tira mal a primera, entra una carrera, el bateador llega a segunda, el siguiente en turno da imparable productor que empata el juego y en el tiro a home se va a segundo, un nuevo imparable produce la del triunfo dejando en el terreno de juego, completamente abatidos, a esos Guerreros que hicieron todo para ganar y un error mental de un jugador hizo que todo se esfumara.

Oaxaca ganó el juego dos en Monterrey, los siguientes tres juegos vinieron a la Verde Antequera, Sultanes arrebató el tercero, Oaxaca ganó el cuarto y Monterrey tomó la ventaja en el quinto, ahora la serie regresaba a la Sultana del Norte donde los locales no habían perdido en toda la temporada dos juegos seguidos, todas sus series como locales las ganaron, todo estaba en contra y Oaxaca dio la gran sorpresa al hacer la hombrada de ganar los dos allá.

En la otra semifinal se enfrentaron Tigres, tercero de la general contra Acereros de Monclova, cuarto, los duelos fueron agarrones muy impresionantes y los del norte terminaron por eliminar a Tigres para instalarse en la gran final donde enfrentaron a los Guerreros que no tuvieron piedad, si pasaron encima de los equipos uno y dos de la temporada, con más razón lo harían sobre los del acero, barrieron en cuatro juegos para ganar su único trofeo de campeón en la historia.

Esas historias son inevitables que vengan a la memoria en este momento, en primer lugar, igual que hace 20 años, no enfrentaron a Tigres, se han visto las caras en postemporada en más de diez ocasiones Guerreros y Felinos y solo en una han salido triunfantes los bélicos, en segundo, enfrentaron en línea a Diablos y Sultanes de Monterrey, en tercer lugar, la coincidencia de perder un juego dominado de principio a fin, ganando por dos carreras y con dos outs en la novena entrada.

En esta ocasión el error mental fue del tercera base Geiger, en la séptima entrada y con pizarra 6 a 2, hombres en primera y segunda con dos outs vino rola a la antesala para terminar cómodamente la entrada, la pelota la recibió Geiger en el guante, tenía múltiples opciones para sacar el tercer out, podía pisar la almohadilla de tercera, tocar al corredor que venía hacia él, lanzar a segunda para forzar el out con un tiro corto o enviar la bola a primera con un tiro mucho más largo, de todas, escogió la última y lo hizo muy mal, la bola salió casi un metro arriba del guante del primera base, Sultanes se acercaron 6 a 4.

En la novena, con el cerrador de lujo, Félix, dos outs en la pizarra, vino el imparable y dos cuadrangulares espalda con espalda para dejar en el terreno a los Guerreros ante el delirio de los aficionados que casi llenaron el estadio, cómo no recordar lo sucedido 20 años atrás, el sentimiento de la afición en general es de frustración, se empató la Serie del Rey con una gran ventaja psicológica para los del norte.

El juego tres se realizó anoche perdiendo Guerreros, tienen un gran hueco que deberá cubrir su mánager Gastelum, Geiger está distraído, comete errores, ayer nuevamente tuvo un titubeo que costó carreras, con Sultanes en primera y segunda, vino un toque de bola a las manos del lanzador, con tiempo podía sacar out en tercera al más adelantado.

¿Dónde estaba Geiger? fuera de su base, si va a entrar por la bola debe ponerse de acuerdo con el short stop que cubra la tercera o regresar a tiempo, además batea apenas arriba de cien de porcentaje, para un cuarto bate es inaceptable, detiene todos los ataques, veremos qué pasa en los siguientes encuentros.

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Seguiré comentando la próxima semana.