Michel Zabé. Foto: N22

Llegó a México en 1967 y convirtió a este país en su casa durante más de cuarenta años, un atento y sensible observador de la cultura nacional

(www.elooriente.net, México, a 18 de octubre de 2018, por N22).- Michel Zabé, fue fotógrafo de origen francés que llegó a México en 1967 y que convirtió a este país en su casa durante más de cuarenta años cautivado por sus olores, texturas y colores.

Su lente capturó la arquitectura prehispánica y colonial del país, las artesanías y objetos religiosos, así como la cerámica de culturas como la maya o la mexica. Además, supo convertir en imágenes la escena de la gastronomía nacional.

“Había salido de un pequeño pueblo de Lorena, al norte de Francia, para dar la vuelta al mundo”, señalaba el artista a manera de biografía en su página web, al tiempo que refería que ni los paisajes canadienses ni la retórica de los Estados Unidos lo cautivaron de la misma forma que San Luis Potosí, donde “la gente sentada en el piso ofrecía comida fresca al pie de la ventana autobús, entre colores, olores y palabras nuevas.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Michel Zabe (@michelzabe) el

El artista inició su carrera dentro de la delegación de fotógrafos del Comité Olímpico Mexicano y posteriormente trabajó en ilustraciones comerciales y publicidad, de manera gradual dirigió sus esfuerzos a la fotografía editorial, por lo que muchas de sus fotografías fueron utilizadas para ilustrar libros y catálogos, como herramientas de difusión y divulgación cultural.

A lo largo de su trayectoria colaboró con distintas instituciones culturales de México, entre ellas el Instituto Nacional de Bellas Artes. El primer libro en el que colaboró fue Reminiscencia de la Comida Prehispánica, bajo la dirección de Fernando Gamboa.

Michel Zabé. Foto: N22

A lo largo de su carrera profesional en México, formó un considerable acervo de imágenes que ilustraron libros, catálogos, herramientas de difusión y divulgación cultural. Esas fotografías, también documentaron el proceso de su búsqueda.

En 2012, más de 80 mil imágenes de su acervo personal fueron donadas por el propio Michel Zabé al Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el objetivo de preservarlas y difundirlas.