Poseedor de una de las voces más impresionantes, por su técnica de respiración y su tono de inmensa cercanía con el público, José Sosa desde muy joven se ganó el corazón de millones de personas en México y en muchas otras partes del mundo, desde Puerto Rico hasta los propios Estados Unidos de América.
Asimismo, el público mexicano lo acompañó en muchas de sus recaídas y episodios con lo que resultó ser su gran enemigo: el alcoholismo. Enfermedad que afectó tanto sus relaciones personales como finalmente su carrera, pues muy pronto perdió buena parte de su voz, tan característica y añorada.
Sus éxitos fueron muy numerosos, desde La Nave del Olvido hasta 40 y 20, José José logró estar en las listas de popularidad como ningún otro.
Sin embargo, también es intérprete de canción no muy conocidas por el gran público pero que resultan de alta calidad artística, con el estilo que le ganó reconocimiento mundial.
En este día de su fallecimiento, vale la pena recordarlas:
El Mundo
Mañana Sí
Nunca me dejes
Atrapado
El más feliz del mundo
Amoras
Regresar al ayer
Libérame
Emociones con Roberto Carlos
Solos tú y yo