La polaca Olga Tokarczuc y el austríaco Peter Handke. DR. Foto: RFI

El máximo galardón de las letras mundiales anunciado este jueves fue para la escritora polaca y el conocido novelista y dramaturgo austríaco, ganadores del Nobel de Literatura 2018 y 2019, respectivamente.

La Academia sueca volvió a apostar por autores europeos. Por un lado, la polaca Olga Tokarczuk, de 57 años, fue galardonada con el Nobel de Literatura correspondiente a 2018. Tocarczuc es psicóloga de formación, se convirtió en escritora cuando caía en su país el sistema comunista, y lo hizo a través de la poesía, aunque su fama se debe sobre todo a sus novelas. En español se conocen sus libros “Sobre los huesos de los muertos” (2009), y “En un Lugar llamado antaño” (1996), que tienen un toque de narrativa mágica. Recientemente, la escritora se ha destacado por ser una activista contra la ultraderecha.

Según lo anunciado este jueves, Tokarczuk fue distinguida por «su imaginación narrativa, que con una pasión enciclopédica, simboliza el traspaso de las fronteras como forma de vida», según anunció el secretario de la Academia sueca, Mats Malm.

De su lado, el austríaco Peter Handke, de 76 años, es considerado un autor a contracorriente. Se le criticó mucho tras tomar partido en la Guerra de los Balcanes. Handke se opuso a los ataques de la OTAN, incluyendo los que realizaron por alemanes, sobre Belgrado en 1999. Su obra abarca novelas, poesía, ensayo y teatro, y es bien conocida en español. También se le conoce por su amistad con el director de cine alemán Win Wenders, con quien ha colaborado como guionista de películas como «El miedo del arquero al tiro penal» (1972), «Falso movimiento» (1975) o «Cielo sobre Berlín» (1987).

El austríaco fue reconocido por una obra «llena de ingenuidad lingüística que ha explorado la periferia y la singularidad de la experiencia humana«, según destacó Malm.

Por primera vez en la historia la Academia sueca pronunció los nombres de dos escritores, doble anunció tras el escándalo sexual del año pasado, que obligó a la institución a suspender la entrega del Nobel de Literatura en 2018.