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Por:RFI

El Consejo Científico francés estima que llevar mascarilla va a tener que ser sistemático en los lugares públicos a partir del 11 de mayo, fecha del inicio del desconfinamiento, Esto incluye transportes y escuelas. Pero ¿están ya disponibles?, ¿cuáles usar?, ¿son eficaces las de tela?

Desde el domingo, las farmacias francesas ya están autorizadas a vender mascarillas a los clientes, algo que estaba prohibido durante las últimas semanas porque como había tan pocas, el gobierno las había requisado para destinarlas exclusivamente al personal sanitario.

Sin embargo, en muchas farmacias solo están disponibles mascarillas de tela, ni quirúrgicas ni FFP2 (con filtros). El precio, aunque sean lavables, es bastante prohibitivo, casi 10 euros la unidad, y su eficacia mucho menor, como reconocen los farmacéuticos, aunque estén homologadas. El gobierno francés ha descartado limitar el precio, como han hecho en otros países para evitar la especulación.

Se calcula que cada semana a partir de mayo habrá 26 millones de mascarillas de tela con fibras filtrantes disponibles en las tiendas francesas, y que se pueden usar hasta 20 veces. La mitad se importa, la otra se se fabrica en Francia, donde hay 242 empresas del sector activas.

También en casa, muchas personas se han puesto a coser y fabricar mascarillas no homologadas en un ímpetu colaborativo y solidario. Para este propósito, las primeras tiendas que han vuelto a abrir en Francia son las de telas. «El gobierno trabaja con la industria textil para difundir guías de buenas practicas y que use usen así materiales y formas adaptadas para que sean eficaces», dijo el ministerio de Economía que ha impuesto como criterio que filtren el 70% de las partículas.

A estas alturas, más vale una mascarilla casera hecha de tela que nada, pero su eficacia no es comparable con la de las mascarillas con filtros, ni siquiera con las quirúrgicas, alertan los expertos. Filtran el polvo o el polen pero en ningún caso los virus porque son micro organismos microscópicos, así que poco pueden hacer contra el coronavirus, según la Sociedad francesa de higiene hospitalaria que aconseja incluso evitar su uso porque pueden tener el efecto de sentirse seguros y olvidar otros gestos para evitar el contagio como lavarse las manos, no tocarse la cara o guardar una distancia de seguridad con otras personas.

El personal sanitario y el de residencias de ancianos necesitan 40 millones de mascarillas por semana de tipo quirúrgico o FFP2. Ahora mismo se producen unos 10 millones y el objetivo es pasar a 20 millones de unidades a finales de mayo y a 50 millones en octubre.

La disponibilidad o mejor dicho falta de disponibilidad de mascarillas en Francia ha sido un tema muy polémico. El país no tenía reservas de mascarillas y el discurso oficial ha chocado permanentemente con la opinión de los expertos. El gobierno aseguraba que no hacía falta llevar mascarillas, que había que privilegiar quedarse en casa y lavarse las manos. Eso era en tiempos en los que no había mascarillas. El discurso ha ido cambiando a medida que se ha podido empezar a abastecer de mascarillas el mercado preconizando ahora ya su uso sistemático en los espacios públicos.