Tecnogob

Por: Rodrigo Sandoval Almazán*

Tecnología y Gobierno para el regreso a clase

El regreso a las aulas era inevitable: la forma no. Existen un conjunto de medidas y políticas públicas que se debieron establecer para construir las condiciones óptimas que garanticen una vuelta al colegio con la menor cantidad de contagios.

Me comenta un amigo que al decir esto, es como si estuviera rechazando la orden del presidente porque en otros países ya están los niños en clases. En efecto, solo que en esos países (Inglaterra, Alemania, Australia), el mínimo es que los niños deban tomar una prueba COVID-19 cada semana, que se transmite a la escuela y si alguno resulta infectado aislarlo y no llevarlo a las aulas.

Otras acciones como el monitoreo de las zonas de infección y de las personas infectadas para localizar sus contactos y el nivel de contagio, son medidas que permiten garantizar el aislamiento del virus, el uso eficaz de cuarentenas y evitar el encierro social.

Esto no ocurre en México. Un artículo reciente de Martinez Valle y Marie-Knaul publicado en The Conversation (https://theconversation.com/mexico-facing-its-third-covid-19-wave-shows-the-dangers-of-weak-federal-coordination-164995) demuestra los errores políticas públicas que han ocurrido en nuestro país; básicamente la falta de coordinación de medidas básicas – mascarilla obligatoria, pruebas, aislamiento por barrios, etc. Por ello, es que me preocupa la falta de previsión para implementar una decisión de esta magnitud.

A pesar de ello, no podemos quedarnos cruzados de brazos. Existen algunas tecnologías que el sector público o privado pueden utilizar; le comparto tres ideas que podrían ayudar en alguna escuela o institución.

La primera es el pasaporte COVID-19. En Estonia se le conoce como el certificado verde. Es un certificado digital que puede leerse con un simple código QR y determinar si la persona está vacunada, sana o se recupero del virus. Tiene la gran virtud de que se actualiza instantáneamente, ya que la información está en línea, no puede alterarse por terceros y los costos son muy bajos.



Además, para garantizar la privacidad de los datos de los ciudadanos, la fuente proviene de dos organismos: el primero es el ministerio de asuntos sociales – lo que sería la secretaría de Desarrollo Social para México – el segundo, es una empresa privada llamada Vaccine Guard (Guardia Vacuna) El primero registra, resguarda los datos de los ciudadanos, mientras el segundo solamente recoge y extrae los datos para presentarlos en cualquier pantalla cuando se los piden. No hay perdida de datos, tampoco datos privados de salud en manos de particulares; Vaccine Guard, solo es la «puerta» del código QR, los datos están alojados en los servidores del gobierno.

Una segunda tecnología es Fever Free (https://weecare.co/fever-free)(Libre de Fiebre) utilizada en muchas escuelas de Estados Unidos, y proviene de una empresa privada que la ha desarrollado. No es otra cosa que un cuestionario en una APP para el teléfono celular que recoge diariamente los datos de los niños para enviarlos a la escuela. La aplicación analiza los datos y de acuerdo al cuestionario, si detecta alguna irregularidad o discrepancia, lanza una alerta a la escuela, que detiene el acceso del niño hasta hablar con sus padres.

Por último, no debo dejar de mencionar a blue dot(https://bluedot.global) la primera empresa en identificar una neumonía que no tenía diagnóstico en Wuhan, China en el 2019. ¿La recuerda? En efecto, fue el lugar donde empezó el COVID-19. Esta empresa utiliza Inteligencia Artificial para analizar datos y detectar y predecir por zonas si hay riesgo de brote epidémico. Es famosa, por que ha identificado virus en Africa (2014) el virus Zika (2016). ¿Por qué no aprovechar la experiencia de Blue dot y usar su tecnología para detectar potenciales brotes en ciudades, barrios, zonas residenciales para aislarlos e impedir que expandan el contagio?

Muchas de estas tecnologías debieron utilizarse hace meses, pero nunca es tarde para retomarlas, mucho menos ahora que la salud de nuestros hijos está en juego. Creo que vale la pena discutir estas alternativas y otras más que existen en el mundo. ¿Usted que opina? Seguiré con el tema.

*Rodrigo Sandoval Almazán es profesor investigador en la Universidad Autónoma del Estado de México, se especializa en estudiar las tecnologías en el sector público, con énfasis en inteligencia artificial, gobierno abierto, redes sociales.

Ha publicado tres libros y sus artículos académicos en revistas nacionales y extranjeras. Es fundador del i-lab Mexico Laboratorio de Innovación Pública e Inteligencia Artificial.