Estación de Radio Mount Tai Foto See-Ming Lee

Este 2023 como desde el año 2011, se celebra el 13 de febrero el Día Mundial de la Radio. La edición cuenta esta vez con un tema central: Radio y Paz.




 

Vía UNESCO

La guerra, como antónimo de la paz, significa un conflicto armado entre países o grupos dentro de un país, pero también puede traducirse en un conflicto de narrativas mediáticas.

La narrativa puede aumentar las tensiones o mantener las condiciones para la paz en un contexto determinado: por ejemplo, pesar sobre el desarrollo accidentado o tranquilo de las elecciones, el rechazo o la integración de los retornados, el aumento o la atenuación del fervor nacionalista, etc.

Al informar al público en general, las emisoras de radio moldean la opinión pública y enmarcan una narrativa que puede influir en las situaciones nacionales e internacionales y en los procesos de toma de decisiones.

En efecto, la radio puede alimentar los conflictos, pero en realidad la radio profesional modera los conflictos y/o las tensiones, impidiendo su escalada o propiciando conversaciones de reconciliación y reconstrucción.

En contextos de tensiones lejanas o inmediatas, los programas pertinentes y los informativos independientes sientan las bases de una democracia sostenible y una buena gobernanza, al reunir pruebas sobre lo que está ocurriendo, informar a los ciudadanos al respecto en términos imparciales y basados en hechos, explicar lo que está en juego y mediar en el diálogo entre los diferentes grupos de la sociedad.

La guerra en la mente de los hombres

«… puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz«. [1]

Esta es la razón por la que el apoyo a la radio independiente debe considerarse parte integrante de la paz y la estabilidad.

En el Día Mundial de la Radio 2023, la UNESCO destaca la radio independiente como pilar para la prevención de conflictos y la consolidación de la paz.



La radio en la prevención de conflictos

La radio es un actor importante y una parte esencial del mantenimiento y la transición a la paz.

Forma parte de su función de fijar la agenda y prestar servicios esenciales sacar a la luz temas de interés, presentar asuntos que merecen la atención de autoridades y ciudadanos y darles relevancia.

La radio profesional aborda las causas profundas y los factores desencadenantes de los conflictos antes de que estallen en violencia, a través de una programación y unas opciones editoriales específicas.

Los programas temáticos, por ejemplo, ayudan a arrojar luz sobre las insuficiencias sociales, los desequilibrios estructurales, la pobreza, las disputas por recursos o tierras, la corrupción, la carrera armamentística, etc., informando y explorando opciones para los factores subyacentes del conflicto con criterios periodísticos.

Contenido editorial

El contenido editorial de la radio también puede alertar sobre posibles desencadenantes de hostilidades, como errores de cálculo, propaganda creciente, recrudecimiento de controversias específicas, escalada de tensiones en determinadas zonas, etc.

Ofrece una metodología alternativa de prevención de conflictos aclarando frustraciones o choques de intereses, aclarando malentendidos, identificando cuestiones de desconfianza…

Esto puede ayudar a contrarrestar el odio, el deseo de venganza o la voluntad de tomar las armas.

Lo que contribuye a la prevención de conflictos y a la consolidación de la paz no son los reportajes radiofónicos de última hora, sino la responsabilidad de los profesionales de la radio ante los ciudadanos, la comprobación de los hechos, la exactitud, la información equilibrada y la investigación periodística que hay detrás de cada emisión de noticias y programas.

La ausencia de influencias comerciales, ideológicas o políticas refuerza el papel de la radio como vector de paz.

Además, las variadas técnicas de colaboración de los programadores radiofónicos también refuerzan la cultura del diálogo mediante programas y formatos participativos, como llamadas, tertulias, foros de oyentes, etc., y dan así la oportunidad de debatir democráticamente en antena cuestiones latentes, incluidos los desacuerdos.

La radio profesional independiente refuerza así la democracia y sienta las bases de una paz duradera. Por lo tanto, debería incluirse más a menudo en las estrategias de prevención de conflictos y consolidación de la paz, y ser objeto decisivo de la ayuda a los medios.



Apoyo a la radio independiente

De la historia de los servicios prestados por la radio a la sociedad se desprende que aumentar su nivel y capacidad periodísticos debe considerarse una inversión en la paz.

El apoyo puede prestarse de varias maneras: mediante financiación de emergencia o ayuda estructural a la radio como sector, promoviendo una legislación y una regulación adecuadas, fomentando el pluralismo y la diversidad radiofónica, salvaguardando su independencia, facilitando impuestos asequibles o la viabilidad financiera general, etcétera.

De lo contrario, se corre el riesgo de que la radio entre, adrede o sin querer, en la dinámica del conflicto debido a la fragilidad de la política editorial, la lealtad a determinados dirigentes o propietarios, la censura, la vigilancia, la autocensura, las leyes antiterroristas, la delincuencia organizada…

El aumento del apoyo a la radio independiente debe producirse en reconocimiento de su importancia para la paz, y debe producirse ahora.


[1] Constitución de la UNESCO. Adoptada en Londres el 16 de noviembre de 1945

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