El día de ayer recibí una llamada de un amigo solicitándome escuchara a una pariente pues deseaba platicar conmigo. Cómo te puedes negar, imposible, por lo que accedí aún con una agenda muy cargada de actividades.

Sobre la una de la tarde llegó esta joven señora de aproximadamente 25 años con expresión triste,  de la mano de su papá un hombre de tez blanca y grandes ojos azules, por lo mismo se le acentuaba la edad, parecía un hombre mucho mayor, le calculé aproximadamente 75 años o más. Les pedí pasaran a la sala de juntas pues pensé que se trataría de algún tema muy delicado. Una vez reunidos, la petición giró en torno a solicitar trabajo; eso sí con sus condiciones, que el trabajo solo fuera en las tardes porque ya es mamá de dos niñas, solo una horas porque también pretende estudiar, también requeriría  pedir permisos recurrentemente.

¡No lo podía creer!, estaba ante una mujer con actitud de niña que no sabe lo que quiere. ¡Y encima es mamá! La pregunta inmediata, tras leer su solicitud de empleo, misma que trae un historial de 5 empleos en dos años, acompañado de un certificado de estudios de técnico en contabilidad y aspirando a un sueldo fuera de contexto.

– Si no tuvieras que pedir empleo, tú ¿qué quieres?; pregunté, ¿a qué te gustaría dedicarte?, ¿con qué actividad realmente serías feliz de levantarte todos los días y realizarla? ¿A dónde no te debe acompañar tu papá para que el impulso lo tengas por ti misma?. Con lo que aspiras de sueldo, ¿realmente te alcanza para vivir? ¿Sabes cuánto gastas? Me miró y se puso a llorar, inmediatamente dijo que no contaba con el apoyo de su mamá, que fue abandonada por ella desde muy pequeña, que tampoco le ayudaba el papá de sus hijas, que hacía un par de años la había abandonado también y que el único apoyo era su papá.  (pretextos..) Nuevamente me dirijo a ella y trato de enfocarla, – a ti, ¿qué te gusta o que te gustaría hacer? Para lo que me contestó, me gustaría ser psicopedagoga, me encantan los niños. ¿Entonces?

Queridos lectores, qué importante es saber qué quieres, qué te motiva, qué te gusta hacer y si no lo sabes es importante que te contestes ¿qué no te gusta?.

También los invito a que hagan una lista de sus cualidades, todos las tenemos, algunos somos muy buenos para cocinar, para arreglar motores, para organizar, para administrar, para muchas cosas y si no podemos ver nuestras habilidades tal vez nuestros más cercanos amigos o parientes puedan ayudarnos.

Les comento porque es importantísimo que seamos conscientes de las decisiones sobre nuestra VIDA, todas ellas  las debemos tomar con la cabeza, debemos saber que el tiempo no se recupera y que mientras mejor enfocados estemos a lo que queremos dejaremos de echar la culpa a quienes estén a nuestro alrededor.

¿Un sueldo no te alcanza?, ¿gastas más de lo que ganas? ¿Lo que estudiaste no te gustó? ¿tu pareja ya no te agrada? Te pesa levantarte, llegar a tu casa, en fin que no hay manera que seas feliz. Pues comencemos por reconocer y enlistar nuestros talentos, ya platicaremos qué sigue porque no es el fin del mundo y tampoco debemos quedar ahí sin hacer nada, hay que darle una ayudadita a la esperanza, ésta debe ir acompañada de la actitud y la acción, sólo entonces creceremos…

Un abrazo