Por: Jaime Palau

El béisbol no tiene una duración definida de tiempo, regularmente se juegan nueve entradas, cada una se divide en dos tandas de bateo, primero ataca el visitante quien buscará anotar la mayor cantidad de carreras, en tanto el equipo local defiende tratando de sacar los tres outs necesarios para terminar esa ofensiva, de conseguirlo, se invierten los papeles, ahora el equipo de casa cierra la entrada bateando, de esta manera siempre tendrá la oportunidad de ganar un juego desempatando o viniendo de atrás.

Hace 10 años era común ver partidos con una duración promedio de 4 horas y media, hoy día se ha bajado a 3 horas con 20 minutos gracias a que la Liga ha regulado ciertos momentos donde tradicionalmente se perdía tiempo, como son los siguientes:

1 El tiempo que puede tomar un pitcher entre cada lanzamiento está restringido a 20 segundos, si el ampáyer juzga que está dilatando más del autorizado, puede cantarle una bola a la cuenta del bateador sin haber lanzamiento a home, esto como castigo y advertencia que debe apresurar su movimiento.

2 Cuando un lanzador no puede dominar a los bateadores contrarios, su coach de pitcheo o su manager ingresa al terreno de juego para hablar con él, solo cuenta con 30 segundos, suficiente para calmarlo, motivarlo o transmitirle una estrategia de lanzamiento, si el ampáyer juzga que está dando tiempo a que un pitcher de relevo caliente un poco más su brazo, acude al montículo a deshacer la reunión y reanudar el juego.

3 Si entra por segunda ocasión en un inning el coach de pitcheo o el manager a ver a su lanzador, éste debe ser removido automáticamente y entrará en su lugar un pitcher de relevo, quien se supone ya ha calentado su brazo lo suficiente en el bullpen antes de ser llamado al terreno de juego, por lo tanto, únicamente se le permiten 5 lanzamientos a home antes de reanudar el partido, al inicio de cada entrada, el pitcher puede hacer hasta 8 tiros de calentamiento, esta cuenta es vigilada de manera menos estricta por parte del ampáyer.

4 Cada vez que un jugador llega al pentágono a batear, entra a un espacio denominado la caja de bateo, aunque haya solicitado tiempo fuera, no debe salir de ahí, pues de hacerlo, el ampáyer tiene la autoridad de marcarle un strike como castigo por perder tiempo y retrasar el juego, algunas excepciones son las siguientes:

-Un lanzamiento descontrolado que lo obligue a tirarse al suelo o alejarse del home.
-Se rompa el bate al golpear de faul una pelota y deba cambiarlo.

-Se golpee él mismo al batear y necesite asistencia médica.

-Haya cambio de pitcher antes de terminar su turno.

-Solicite tiempo fuera el coach de tercera para aclararle de viva voz al bateador, una instrucción que no haya entendido con señas.

Aun cuando se han agilizado los juegos, la Liga sigue buscando soluciones para que duren máximo 2 horas y media, esto haría que el aficionado acuda a una mayor cantidad de juegos y pueda disfrutar hasta el final cada encuentro sin temor de perder el último medio de transporte del día para regresar a su casa y cenar en familia.