eloriente.net/Universidad de Yale

16 de agosto de 2012

eloriente.net(Oaxaca, Oax) 16 de agosto de 2012.- Científicos de la Universidad de Yale encontraron que la depresión y el estrés crónico generan consecuencias profundas en el cerebro, provocando la pérdida de volumen de este órgano.

Un equipo de investigadores liderado por científicos de Yale ha descubierto la razón por la que ocurre esto: un solo interruptor genético que desencadena la pérdida de las conexiones cerebrales en seres humanos.

Los resultados, publicados en la edición 12 de agosto de la revista Nature Medicine, muestran que este interruptor reprime la producción de varios genes que son necesarios para  la formación de conexiones sinápticas entre las células cerebrales, lo que a su vez contribuye a la pérdida de masa cerebral en la corteza prefrontal.

«Queríamos poner a prueba la idea de que el estrés provoca una pérdida de sinapsis del cerebro en los seres humanos», dijo el autor principal, Ronald Duman, Profesor de Psiquiatría, neurobiología y farmacología. «Mostramos que los circuitos normalmente involucrados en la emoción, así como la cognición, se interrumpen cuando este solo factor de transcripción se activa.»

Investigación en tejido

El equipo de investigación analizó el tejido de los pacientes deprimidos y no deprimidos donados por un banco de cerebros y buscaron distintos patrones de activación de los genes. Los cerebros de los pacientes que habían estado deprimidos exhiben menores niveles de expresión de los genes que se requieren para la función y estructura de las sinapsis cerebrales, es decir, la unión intercelular entre neuronas.

El autor y el investigador postdoctoral HJ Kang descubrió que al menos cinco de estos genes podrían estar regulados por un solo factor de transcripción llamado GATA1.

GATA1 no sólo desempeña un papel en la pérdida de las conexiones entre las neuronas sino también en la depresión, pues los roedores que se utilizaron en el estudio mostraron síntomas depresivos cuando el factor de transcripción se activó.

Duman teoriza que las variaciones genéticas en GATA1 puede algún día ayudar a identificar a las personas en alto riesgo de depresión mayor o la sensibilidad al estrés.

«Esperamos que mediante la mejora de las conexiones sinápticas, ya sea con medicamentos nuevos o con psicoterapia conductista, podamos desarrollar terapias antidepresivas más eficaces», dijo Duman.

 

Foto: Chmeredith, Algunos derechos reservados

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