Cuando las cosas no se desean son cuando llegan, por Adrián González

Esta frase tiene muchos significados desde donde se quiere ver. Es decir, lo primero que quieras entender, figura de alguna forma tu manera de ver la vida & lo que te ofrece, en cuanto a esperar e/o ir tras las cosas que pueden ser las mejores en tu vida, pero nunca piensas si tú mismo (a) tienes la fortaleza, voluntad, capacidad de darte la oportunidad para poder saber & aceptar cuando esas cosas llegan.

Las personas pueden tener frente a ellas, en sus narices «esas» cosas que han anhelado en sus más puros & profundos deseos; no obstante, son tan ciegas que no pueden ver lo que el presente les ofrece & prefieren ver más adelante, como si estuvieran tan seguros (as) de saber que llegaran a vivir para entonces &, ¿por qué no hoy?…

Alguien a quien el destino le presenta, le regala, le obsequia la experiencia de vida más dulce que en su amarga vida pueda tener, de alguna forma, la rechaza, duda, pone excusas, porque esa persona no está segura ni siquiera de lo que no desea, ya que las personas siempre creen saber lo que quieren, cuando la realidad es que siempre terminan eligiendo, quedándose con lo que creen que quieren & resulta ser al final que es lo que en realidad nunca quisieron.

Puedes preguntarte «¿cómo saber cuando llega?, ¿qué puedo hacer cuando llegue?, ¿debo arriesgarme cuando llegue?» o peor aún se preguntan «¿alguna vez llegó o llegaron a mi vida & nunca quise darme cuenta hasta el momento en que las perdí?».

Creo firmemente que las oportunidades siempre se presentan no cuando estamos listos (as), ni cuando esperamos impacientes, ni mucho menos cuando tenemos miedo a eso extraño que sentimos, ni cuando creemos que estamos dispuestos. Creo más bien, que las oportunidades se presentan cuando nosotros, cada uno, se da la oportunidad así mismo (a) de aceptar eso que la vida te ofrece.

La oportunidad de por primera vez salir de la paranoica cotidianidad, de romper esas falsas creencias que, solo cuando tengamos, hagamos, estemos libres de fantasmas del pasado &, haber hecho las pases con nuestros demonios internos, podremos aceptar esas cosas que lleguen, porque nada, nada, absolutamente nada llega por casualidad. Cuantas cosas no cambiarían si tan solo dejáramos de ser menos egoístas con nuestra propia felicidad, con nosotros mismos. Cuantas cosas no cambiarían si tan solo, si tan solo, amáramos a las personas & no a las cosas materiales, que al final, serán las únicas que se quedarán & nosotros sin haber amando ni permitir que otros (as) nos amen, nos iremos.

Esta es mi visión del maestro «Lao-Tse». Comprendí por fin lo que quiso decir con ese escrito. Comprendí que todo, todo está siempre frente a nosotros, no importa si está a la vuelta de la esquina o miles de kilómetros de distancia. Tampoco si está frente a nuestras caras & no podemos verles, porque somos tan orgullosos, exigentes, arrogantes, que preferimos que se muestre ante nosotros, que tener un poco de tacto en el corazón & voluntad en nuestra conciencia para permitirnos descubrir lo que la alegría es & como se puede manifestar en nuestros corazones. El corazón & la voluntad son siempre impulsados por deseos de nuestro espirito que desea humanizarlos…

…Ya que mientras «eso» viva, exista, respire, sienta, está con nosotros para endulzar nuestra vida & nunca nos ha dejado, somos nosotros quienes nos atrevemos a abandonar & olvidar. &, lo que comprendí al final de cuentas es que mientras nos demos la oportunidad de vivir, es cuando por fin habrá equilibrio en nuestra vida, en nuestro mundo, en nuestro universo, en nuestra alma, para luego, quitarnos los vendajes de los ojos del espíritu, el corazón & por fin darnos la oportunidad de que esas cosas que no se desean, lleguen por fin a nuestras vidas & permanezcan dentro de nuestro ser el resto de nuestras vidas & aún después.

SOLO, DATE UNA OPORTUNIDAD DE SER FELIZ & HALLARÁS LA FELICIDAD POR POR DONDE QUIERA QUE VAYAS.

Foto: Xanetia, Algunos derechos reservados.

*El uso del recurso & en vez de Y, es recurso de autor y se respeta tal cual por EL ORIENTE