eloriente.net

1 de noviembre de 2012

Ninguna administración cultural puede llamarse eficiente si antes no demuestra que ha establecido las condiciones para que los hábitos y prácticas culturales de las personas sean, cada vez más, a favor del arte y la cultura.

Es verdad que es complicado metodológicamente medir esta circunstancia y más aún calificar las cosas que son «culturales» de las que supuestamente no los son. Sin embargo, también en eso las administraciones, los gestores y los ciudadanos debemos dar un paso adelante y dejar de lado discusiones ontológicas y bizantinas. Ya sabemos, por ejemplo, que visitar un museo bien interpretado, conversar sobre lecturas, mirar un video sobre culturas antiguas o nada más aprender algo distinto forja un interior con mayores posibilidades, más libre, nos hace cambiar, nos transforma.

De allí que resulte muy importante poner en el centro de la discusión si las administraciones culturales de Oaxaca han logrado revertir tendencias negativas en cuanto a estos hábitos y prácticas culturales se refieren. Y también es cierto que los números no son muy favorables.

Ya en la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales de 2010, Oaxaca no estaba muy bien posicionado en diversos indicadores.

Por ejemplo, en aquel año, 52% de los oaxaqueños respondió que NO había ido nunca a una zona arqueológica, a pesar de que Oaxaca es cuna de algunas de las más importantes construcciones del país y del mundo. Monte Albán, de hecho, es Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Ayer mismo (31 de octubre), la empresa Conceptos Marketing compartió en exclusiva para @El_Oriente los resultados de un sondeo relacionado. Destaca un número: 4 de cada 10 oaxaqueños no han leído nunca un libro.

Así que, ahora que es tiempo de vislumbrar renovados aires en el sector cultural local, debe demostrarse que estos indicadores al menos han revertido tendencia. De no ser así, la transformación completa es la deseable.