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A la familia y amigos de Leticia García Maldonado,

acaecida luego de  severa lluvia en Oaxaca.

Es verdad que no debe ser tema de moda, es decir, que no solamente deba atenderse cuando pasa un evento extraordinario: un desastre, un sismo, una lluvia torrencial, por ejemplo, sino que es una tarea apremiante para toda sociedad organizada: la prevención, auxilio y recuperación en materia de protección civil.

Aunque es sencillo decirlo una vez que, como es el caso, la lluvia ha pasado y las consecuencias están siendo (aún) evaluadas. Todavía más grave, cuando hay una víctima fatal de por medio, la señora Leticia García Maldonado, en cuya memoria escribimos esta editorial.

Sin embargo, también es verdad que como sociedad no hemos todavía establecido los mecanismos que garanticen una adecuada acción y reacción en caso de fenómenos extraordinarios. Y decimos sociedad, porque en este rubro particularmente el gobierno no puede actuar ni responsabilizarse como ente único. Como en ninguna otra materia, requiere el concurso y la participación social para establecer medidas que tiendan a fortalecer lo que la Ley de 2009 denomina «Sistema Estatal de Protección Civil».

En este Sistema participan desde el Gobernador de Oaxaca hasta unidades municipales en la materia, que son por cierto el primer nivel de respuesta ante cualquier situación de emergencia, y tiene por objeto: «proteger a la población ante la eventualidad de un desastre provocado por agentes perturbadores de origen natural o por la actividad humana, mediante acciones que eviten o reduzcan la pérdida de vidas humanas, la afectación de servicios estratégicos y planta productiva, la destrucción de bienes materiales y el daño a la naturaleza, en todo el territorio estatal. Además, el Sistema Estatal promoverá una cultura preventiva en la materia, que convoque y sume el interés de la población, así como la participación activa individual y colectiva»

Esto es lo que contempla la Ley.

Un ejercicio que motiva la actual circunstancia es la revisión del funcionamiento del Sistema, la evaluación puntual del cumplimiento de su ‘alto’ objeto, la corrección en caso necesario a nivel administrativo, e inclusive, la reforma de diversas disposiciones legales que a todas luces es relevante efectuar, tarea que toca al Congreso del Estado.

Por ejemplo, en el Sistema Estatal se aduce todavía a dependencias como el COPLADE, que dejó de existir desde hace más de dos años.

Es momento de sacudir la conciencia colectiva, el ánimo social y la voluntad política, para que el Sistema mencionado sea una prioridad. Hagámoslo en memoria de las personas que han perdido la vida en este caso y en otros anteriores. También para prevenir otras tragedias.

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