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12 de julio de 2013
- Reinterpretación de acontecimientos, espacios, objetivos y acción performática, en las nuevas muestras
Desde el 10 de julio la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) ofrece al público tres exhibiciones: Interpretación del Soneto de las Estrellas (homenaje al poeta puertorriqueño Esteban Valdés), de Jesús Bubu Negrón; Réquiem, de Emilio Chapela, y ¡Sacúdete!, performance de Nuria Montiel, que permanecerán en ese espacio hasta el mes de octubre.
En opinión de la directora de la SAPS, Taiyana Pimentel Paradoa, las propuestas encuentran un hilo narrativo a través del sentido de la historia y de la reinterpretación de la misma a través de las prácticas contemporáneas del arte, los tres artistas invitados presentan los resultados de esta idea.
“El artista puertorriqueño Jesús Bubu Negrón, quien estuvo en el Distrito Federal durante dos meses, nos ofrece la recuperación de la figura poética y visual de Esteban Valdés (escritor que nació en México pero toda su producción la desarrolló en Puerto Rico) con el propósito de hacer figurar el panorama de las letras del país, tanto en la crítica, como en el conocimiento de las personas.
“Se trata de un poeta que realizó el primer libro de arte concreto en Puerto Rico y que formó parte de la generación de artistas como Ulises Carrión; a través de esta historia Jesús Negrón teje una relación entre el contexto como tal, en el que el escritor se desarrolló, concretamente en la ciudad de San Juan y el lugar donde ha sido invitado a trabajar, que es la capital del país. Lo que hace es reinterpretar el poema más famosos de Esteban Valdés, Soneto de las estrellas, en el que emplea el performance y la instalación para expresarse”.
Taiyana Pimentel Paradoa destacó que Jesús Negrón también establece un vínculo entre la SAPS y La Tallera, la otra sede del museo en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, a través de un taller que impartió a maestros y alumnos de artes visuales, quienes además colaboraron en esta instalación.
Jesús Bubu Negrón dijo que se trata de una interpretación personal de la obra de Esteban Valdés, quien en 1977 publicó el libro Fuera de trabajo, una compilación de poesías concretas, entre ellas Soneto de las estrellas.
La instalación en la SAPS consiste en la proyección sobre uno de los muros del recinto, de una serie de imágenes en las que un grupo de personas sostienen pequeñas lámparas iluminadas que dan forma a un rectángulo.
La colaboración con La Tallera consistió en que el video que acompaña la instalación de Jesús Negrón se grabó en sus instalaciones, con la participación de 77 estudiantes y maestros de las escuelas de artes plásticas del estado de Morelos y con la ayuda de Rafael Ortega como realizador.
Réquiem, obra de Emilio Chapela, consiste en ‘problematizar’ el sistema de organización de la biblioteca personal de David Alfaro Siqueiros, mediante la reproducción de los muebles y libros que la conforman, incluida la distribución temática y física, para evocar las fuentes literarias que nutrieron el pensamiento del artista.
Emilio Chapela empleó para ello una serie de colores que identifican el tema de los ejemplares, mismos que no se pueden leer, e incluso los muebles son falsos, pues su propósito es el de abrir cuestionamientos acerca del uso físico de las bibliotecas, sean públicas o privadas.
En el mismo espacio donde está instalada la obra, el lobby de la sala, se colocaron en los muros fotografías del proceso de digitalización de la biblioteca real de David Alfaro Siqueiros, para ilustrar la intervención de los especialistas en dicho acervo, conformado en su mayoría por primeras ediciones de autores provenientes de Rusia, Checoslovaquia, Francia y Estados Unidos.
Detalló que de esta manera se concibe una evocación de la posible estructura mental de David Alfaro Siqueiros, al tiempo de crear una representación del uso de las bibliotecas personales enfrentadas a los nuevos recursos tecnológicos creados para leer.
El acervo original acumulado por David Alfaro Siqueiros incluye al menos 2 mil libros organizados bajo tres ideas generales, arte, política y varios, lo que se puede interpretar como una distribución originada por los intereses del artista.
«El reto del proyecto fue generar un comentario específico sobre la biblioteca Siqueiros, al tiempo de incorporar mis propias referencias acerca de la concepción de las bibliotecas y del libro mismo como objeto.
“Para el desarrollo de esta obra mi primera idea fue visualizar una categorización en colores, de tal modo que establecí el azul para arte, rojo para política y amarillo para varios; la segunda decisión fue construir una réplica de la biblioteca original».
David Alfaro Siqueiros sólo hablaba castellano, inglés y francés, pero su biblioteca cuenta con primeras ediciones de libros en ruso, japonés, griego, chino, inglés, italiano y alemán, que ahora son representados con réplicas con la intención de generar nuevas concepciones sobre el sentido político que el muralista le daba a todos sus actos.
La tercera muestra que presenta la Sala de Arte Público Siqueiros es el Proyecto fachada de Nuria Montiel, en donde, en una toma simbólica de la entrada de la Sala, se desprende la acción performática ¡Sacúdete!, consistente en la representación en teatro de sombras de algunos de los gestos y actitudes más frecuentes en las manifestaciones de protesta de la sociedad civil ocurridas a lo largo de la historia en América y Europa.
La autora encontró una relación entre ellos a partir del estudio de algunas de las fotografías que David Alfaro Siqueiros coleccionó e incluyó en su biblioteca personal, en las que se repiten gestos de enojo o bien actitudes de protesta en contextos y épocas distintas, lo mismo en Argentina que en Nueva York, en los años sesenta o en el presente.
Así que su propuesta consiste en proyectar sobre los cristales de las puertas de acceso a la SAPS —cubiertos por papel bond blanco—, las sombras de ella y de otros performers quienes reproducirán parte de esas imágenes y al mismo tiempo se incluirán representaciones gráficas de las mencionadas fotografías para ubicar en un momento específico al espectador.
Estas acciones se repetirán a lo largo de los tres meses que permanecerán las muestras en la sala, los jueves a las 19:00 horas, “por lo que esperamos que la pieza vaya evolucionando de acuerdo con la forma en que interactuemos con los cristales cubiertos de papel, es decir, en la primera sesión los vamos a pintar y a rasgar en algunas partes, pero para la última fecha que tenemos programada, van a estar llenos de hoyos y de pintura.
“Lo haremos de esa manera porque cada una de las manifestaciones son distintas entre sí, por lo que invitamos al público a que nos siga, pues cada acción será distinta a la anterior. Los gestos y expresiones van a ser diferentes también, pues a pesar de las coincidencias, como el puño levantado o el ruido con cacerolas, así como las consignas que gritan, nunca se repiten. Todo estará acompañado por música, una serie de percusiones hechas especialmente para la ocasión”.
*Comunicado