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27 de agosto de 2013

Por: Adrián Ortiz Romero

+ La educación no debe pelear con la lucha social

El intercambio epistolar entre los profesores de la Sección 22 y los padres de familia de la Escuela Secundaria Número 84, de la Villa de Etla, es un claro ejemplo de lo perdida que se encuentra la guía respecto al compromiso del magisterio con la educación y con las causas sociales, y el respaldo que ya no tienen por parte de la sociedad y los padres de sus educandos. Es claro que todo está perdido cuando las personas que deberían respaldar una lucha, se convierten en rehenes de ésta, y cuando los luchadores sociales se convierten en victimarios de sus defendidos.

En efecto, la historia de la pugna entre profesores y padres de familia en la Secundaria 84 de la Villa de Etla no tiene mucho de complejo: ante el paro indefinido de labores que decretó la dirigencia de la Sección 22 previo al inicio del ciclo escolar, los paterfamilias se organizaron y pusieron un ultimátum a los maestros paristas: éstos tendrían que presentarse a trabajar a más tardar el día viernes 23 de agosto, o los padres de familia tomarían medidas como contratar a profesores externos para dar clases a sus hijos en las instalaciones escolares, o entregarían el centro escolar a los profesores de la Sección 59, que les ofrecieron cumplir con el calendario escolar sin un solo día de paro.

Así, puesto el ultimátum, profesores y padres de familia dialogaron y acordaron que el ciclo escolar arrancaría, en esa escuela secundaria, el viernes 23 con la presencia de cierto número de profesores (no todos), pero que ayer lunes 26 de agosto todos se presentarían a trabajar. Sólo que el día que pactaron para el regreso a clases, a los profesores no les pareció que los padres de familia tuvieran el control de las instalaciones, y que no se las entregaran de la forma “incondicional” que esperaban.

Ante esto, los profesores emitieron un comunicado señalando lo siguiente: “Al presentarnos nos encontramos que aún la escuela se mantenía cerrada con cadenas y candados en todos los accesos, impidiendo la entrada de maestros y alumnos. Obligándonos a firmar la entrada y salida en una hoja de cuaderno, como condición para entrar y salir del plantel, resguardado por un grupo de padres; permitieron la entrada de varios medios de comunicación acosando a maestros y alumnos dentro y fuera de las aulas, así mismo publicando fotografías en redes sociales”.

Señalaban, además, que los paterfamilias les inquirieron, de forma prepotente e injustificada, documentación oficial, y que “su verdadero interés no era el regreso de clases en favor de los alumnos, sino tener el control de nuestro centro de trabajo”. Y luego de rechazar las reformas educativas e “invitar” a los padres de familia a conocer la afectación que tendrían las reformas sobre la educación de sus hijos, resolvieron simplemente “no presentarse a la Escuela en tanto no se formalice la entrega total y absoluta de la institución, garantizando con esto la integridad de toda la comunidad educativa”.

REHENES

En respuesta al comunicado de los profesores, los padres de familia distribuyeron una dura respuesta en la que se quejan de la actitud de los profesores, niegan las supuestas agresiones y explican el motivo de su actuar, pero sobre todo les reprochan el ocupar la educación como una bandera para sus protestas.

“El desarrollo normal de la actividad educativa empezará cuando ustedes ‘Base Trabajadora’ –dice la respuesta de los padres de familia- dejen de hacer paros, marchas y demás actos de violencia que únicamente sirven para deteriorar la educación y formación de nuestros hijos. A los Padres de Familia no nos interesa tener en resguardo o control del edificio de la Institución en tanto, este sea aprovechado por y para los fines a que está destinado, cosa que no ocurre a la fecha (…) Por el contrario, vemos que a ustedes si les interesa tener el control no solo del edificio para aparentar que trabajan, además del control de los educandos, para utilizarlos de rehén ante sus ambiciones muy particulares.”

Y, en otra parte del comunicado, continúa: “El problema que se da en escuela, ha sido originado por la propia ‘Base Trabajadora’, precisamente por no trabajar, por sus múltiples ausencias en años anteriores, por no cumplir con los programas de enseñanza, por cobrar sin trabajar y todavía quieren más dinero, trastocando la ley, sus instituciones y lo más grave, en detrimento de la educación…”

En estas palabras, llama la atención el modo en que acusan al magisterio de tener como rehén a los educandos y a la educación, y la forma en que reprochan no sólo este paro, sino todas las acciones que han emprendido, en otros años, los maestros como parte de su lucha sindical. Esta visión, genuina sin duda, refleja uno de los grandes errores de los profesores: no haber podido nunca explicar su lucha y poner en calidad de adversarios a los padres de familia, que se supone que debían ser sus principales aliados en la lucha por la educación pública.

Y es que si para los profesores de la CNTE las condiciones en que realizan su trabajo educativo es un problema de fondo que los lleva a tomar la pobreza, la marginación y otros problemas sociales como parte de su lucha, hoy en día para la sociedad oaxaqueña ellos dejaron de ser defensores de los desprotegidos para pasar a ser parte del problema educativo. En esas condiciones, ¿cómo pedir comprensión para su lucha, si –como pasa en el comunicado antes mencionado- ellos mismos no pueden explicar los flagelos contra los que luchan? Por eso, los defendidos se sienten hoy rehenes. Rehenes de quienes –por no poder explicar su lucha- se supone que vienen a liberarlos aunque en realidad parecen hacer todo lo contrario.

OLVIDO OFICIAL
Nuestros compañeros de la Unión de Voceadores Oaxaca (UVEPLREO) lograron, hace algunos años, que el gobierno estatal, a través del Instituto de Vivienda, les otorgara lotes para la edificación de sus viviendas. La entrega fue a medias: físicamente les entregó el terreno pero no pueden avanzar en la lotificación del predio ¡Porque el mismo Instituto (hoy CEVI) “olvidó” exigir al vendedor original del predio que gestionara la “escritura madre” a favor del gobierno estatal, para que éste pudiera subdividir y entregar legalmente los pequeños lotes! Los voceadores llevan más de tres años en esa espera. ¿Apostará el director CEVI, Salvador Cerna Gil, y el titular de Sinfra, Netzahualcóyotl Salvatierra, a que termine el sexenio para no atender este asunto?