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16 de septiembre de 2013

Por: Jaime Palau Ranz

Los personajes del estadio (1).

Cada vez que llega para quedarse a una ciudad un equipo profesional de béisbol, también comienza una historia de identificación con sus aficionados, los Guerreros de Oaxaca nacen en 1996 y en las tribunas se han podido encontrar a muchos fanáticos que son unos verdaderos personajes con personalidades diferentes, algunos tienen amplios conocimientos de la pelota caliente, otros organizan a la porra de esa sección de las gradas y hacen cosas por impulso, el común denominador es la intención de animar y apoyar al equipo local, revisemos algunos nombres..

Doña Blanca Cárdenas, originaria de Sonora y aficionada a Tigres de corazón, asidua asistente al estadio del Seguro Social en la Ciudad de México y fan número uno de los Guerreros, se sentaba detrás del pentágono, debido a una dolencia en una pierna no podía doblar la rodilla, con cierta malicia muchos fanáticos comentaban que solo pagaba un boleto y ocupaba dos asientos, ya que debía mantener en alto la pierna malita, cayó en coma solo ocho días después de fallecido el “Almirante” Nelson Barrera y falleció el 29 de agosto del 2002 justo terminando la temporada regular, era tan querida y conocida por todos que le cumplieron su deseo que le había externado a Raúl Santana, encargado de la publicidad del equipo, que su misa de cuerpo presente se le hiciera en el Estadio Eduardo Vasconcelos, todas las porras pidieron se le diera una vuelta al diamante como si hubiera anotado un cuadrangular, fue un evento cubierto por la mayoría de los diarios de la época.

Salomón García “el sabio”, mecánico dedicado a la reparación de autos, no se su origen ni porque es tan conocido por mucha gente de la Liga Mexicana de Béisbol ya que tiene un pase permanente para acudir a todos los estadios a ver los juegos y Guerreros de Oaxaca le extiende otro cada año, tiene amistad permanente con peloteros, su ubicación en el estadio para ver los juegos es en uno de los palcos de central, a pie de terreno de juego muy cerca del home hacia la primera base, justo atrás del círculo de espera para los bateadores de Oaxaca, la mayoría platica con él o bromea antes de tomar turno, debido a que siempre me he sentado en el palco de junto, fui testigo de una ocasión en que le pidió a Christian Quintero le permitiera ver su bate, lo tomó en sus manos estando la malla divisoria de por medio, a partir de ese momento se dio la mala casualidad que Christian inició una mala racha de casi 20 turnos sin conectar de hit, ya todos le decían al sabio que era un salado y que no volviera a tocar los maderos de ninguno otro; por su amistad con Nelson Barrera, éste le dedicó a su nombre y le obsequió el bate con el que conectó el cuadrangular que rompió el record histórico de “el Supermán de Chihuahua” Héctor Espino, mismo que le donó a su vez, en un gran gesto, a Alfredo Harp para que fuera exhibido en alguna sala de su fundación y apreciado por todos los aficionados, tanto el Salón de la Fama del Béisbol como la Liga Mexicana le ofrecieron una buena cantidad de dinero por ese bate, prefirió donarlo y no lucrar con él, por ese gran corazón que tiene es que muchos peloteros le obsequian artículos de gran valor histórico.

Emélida Cárdenas, hija de doña Blanca, ella ya nació en el DF, por llevarle la contra a su madre se hizo fanática de los Diablos Rojos desde muy pequeña, tiene cientos de fotos con todos los peloteros de muchas épocas distintas, todas dedicadas ya que se las lleva a firmar, coleccionista de cuanto artículo o libro de Diablos o de Guerreros pueda existir, animada porrista, es increíble verla sacar artículos distintos de su enorme bolsa, en un accidente desafortunado se quemó una buena parte de su cuerpo con líquido caliente lo que le mermó mucho su ánimo de viajar y seguir al equipo a todos lados, le hizo a Alfredo Harp un collage de fotos de ella con peloteros de Oaxaca, boletos de entrada a partidos históricos (juegos inaugurales, de estrellas, de play offs, finales, etc.) recortes de periódicos y recuerdos en general, se encuentra exhibido en las instalaciones de la academia de béisbol ubicada en San Bartolo Coyotepec donde nacen las futuras estrellas de Guerreros y Diablos.

Hay una porra en el jardín central que llegó a ser muy famosa, se llama la porra brava, son los que se quitan las camisas así llueva o haga mucho frio a la mitad de la séptima entrada, para mostrar sus prominentes abdómenes, en su mejor momento la integraban casi cincuenta elementos, así que cuando le mentaban la madre a “los ricos” como le llamaban a todos los demás asistentes al estadio, se oía clara y estridentemente, actualmente solo van de tres a cinco miembros a cada juego, las cabezas visibles y organizadores eran Adolfo Vasquez “Cien caras”, “la cocaleca” ya difunto, “el Chabelo”, “el Padrino”, “el Faitelson”, “el Ecoloco” ya fallecido y “el Tragabalas”.

En el jardín central también existía otra porra, llegó a ser mucho más numerosa que la brava y actualmente ya está desaparecida, se llamaba la porra de la trompeta, la lideraba un señor de nombre Cándido que toca ese instrumento de manera profesional, ahora se dedica a danzonear y ya no asiste al estadio, la mayoría de sus integrantes ya desertaron y uno que otro se pasaron a la brava para continuar asistiendo como es el caso de “el Chicarcas”.

En próxima columna analizaremos a otros personajes como son “el Sonora”, organizador de la porra de central, “el Tomates” que realiza las quinielas del estadio e integra la porra del lateral derecho, “el Yuca”, también conocido como “la Soraya” cuando toma el papel de chico fresa, el “sacamuelas” y su tambor, el “cuerno Guerrero” que es un viejito que recorre todo el estadio con una flautita y un tambor pequeño tratando de animar al equipo, el Sr. Enrique Uribe y otros personajes que le van dando color y calor a la tribuna del Estadio Eduardo Vasconcelos, casa de los Guerreros de Oaxaca.

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Seguiré comentando la próxima semana.

Foto: @GuerrerosdeOaxaca