eloriente.net

21/julio/2014

Mar de fondo

Por: Oswaldo García Criollo

Me refiero a una de las falacias (del latín fallacia, ‘engaño’, es un argumento que parece válido, pero no lo es) más extendidas en nuestro país y parte de la demagogia oficial y del discurso político usado por muchos y creído por otro tanto. En realidad la educación pública gratuita no existe. Es para todos los ciudadanos un costo oculto que no afecta directamente sus ingresos pero que paga indirectamente a través de la recaudación impositiva. Todo lo que se financia por medio del gasto público tiene un costo para todos los contribuyentes y forma parte de la economía nacional. Lo que resulta injusto es que un ciudadano que manda a sus hijos a una escuela privada paga dos veces, primero la parte que le corresponde del ingreso público y segundo el gasto que hace de sus ingresos personales. Repito, pagan dos veces y no es poco, la educación pública cuesta tanto como la privada en promedio y si nos vamos a la evaluación de sus resultados, resultaría más costosa.

A principios de este año se publicó un artículo que da cuenta de investigaciones recientes en materia de deserción escolar en México y de los costos de la educación nacional que varían año con año a la alza. En educación pública como en otros rubros estratégicos de la inversión oficial de los tres niveles de gobierno, cuenta tanto lo que se asigna como su ejercicio, es decir, importa tanto lo que se presupuesta como la manera en que se gasta. La verdad gastamos bastante y mal.

Decía la nota de principio de año que: “Un promedio de 5 mil niños o jóvenes abandonaron sus estudios diariamente durante las 200 jornadas que marca el calendario escolar, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública. El que más de un millón de alumnos que cursaban primaria, secundaria, bachillerato o alguna opción de nivel superior abandonara la escuela pública en el último ciclo escolar, le costó a México poco más de 34 mil 139 millones de pesos.”

Más adelante en el artículo se desagregaban las cifras como sigue:

– “De los 13 millones 526 mil 632 niños que se encontraban inscritos en primaria, 81 mil 159 (0.6%) dejaron de estudiar en el ciclo escolar 2012-2013”.

– “En secundaria la cifra aumenta: de los más de 5.8 millones de alumnos, 309 mil 217 no concluyeron sus estudios”.

– “En el bachillerato se registra el nivel más alto de abandono en el sistema educativo, al registrar una tasa de 14.5% (484 mil 493.8 jóvenes) que quedan fuera de la escuela, de una matrícula inicial de más de 3.3 millones de estudiantes que iniciaron el curso”.

– “En el caso de la educación superior, la SEP estima que la tasa de abandono es de 7.6 %, equivalente a más de 172 mil 800 alumnos de los 2.2 millones registrados”.

– “Al detallar la evolución de la deserción entre 2005 y 2012, la SEP reporta tasas cada vez más bajas, a excepción de la educación superior, donde la cifra es similar a la reportada hace siete años: 7.6%”.

Como vemos, las cifras nos dicen algo preocupante que las autoridades y todos los involucrados deben atender sin vacilación. La deserción escolar incrementa el costo educativo.  Sus causas son consecuencia de diversos factores de índole económica, social, familiar y política. En los polos opuestos están la desintegración familiar y la violencia e inseguridad que afecta a estados y municipios del país. Sin embargo, para investigadores de instituciones como la UNAM y el Colegio de México, las cifras anteriores que son de la SEP no dicen la verdad completa y pudieran ser más altas debido a los criterios de cálculo.

La otra información relevante se refiere a los costos de la educación pública correspondiente a ciclo 2012-13 que se desglosa de la manera siguiente:

– 14 mil 100 pesos al año por alumno de primaria

– 21 mil 600 pesos por alumno de secundaria

– 30 mil 200 pesos por alumno de preparatoria

– 67 mil 600 pesos por alumno de superior, incluidas normal y posgrado.

La Universidad Vasconcelos de Oaxaca, que podría considerarse una escuela privada con precios nacionales promedio, cobró para el mismo período lo siguiente:

– Secundaria:  23 mil pesos por año.

– Preparatoria:  26 mil 800 pesos por año

– Superior:  46 mil pesos por año.

Usted estimado lector saque sus conclusiones. La mía es: la educación pública de México y de cualquier país no es gratuita, nos cuesta a los contribuyentes. La educación privada no es más cara que la pública y posiblemente sea más eficiente en promedio. Así están las cosas o que alguien me explique.

 

 

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