(www.eloriente.net, México, a 17 de enero de 2016, por Jaime Palau Ranz).- El béisbol se inventó en los Estado Unidos hace más de ciento cincuenta años, con el paso del tiempo se han escrito grandes historias, se han roto récords, se han realizado jugadas espectaculares y hasta los ampáyers han tomado malas decisiones que han cambiado el rumbo de un partido o la carrera de un jugador. Claro que la existencia de la televisión y los adelantos tecnológicos permiten mantener vivas las jugadas para la posteridad y poder apreciarlas, al principio solamente vivían en la memoria de los aficionados que tuvieron la fortuna de haber acudido a un estadio y coincidir en un momento inolvidable o en las crónicas de los diarios que las hubieran plasmado en tinta en un espacio escrito.

No importa si algunas jugadas las apreciamos en blanco y negro o con escasa calidad, lo esencial es ver y admirar lo que difícilmente se podría creer sin esa imagen.

Revisemos algunos momentos en la historia de las Grandes Ligas que son considerados únicos.

“The Catch”, conocida en español como “la atrapada”, sucedió en el juego uno de la Serie Mundial de 1954, se enfrentaron los Gigantes de Nueva York contra los Indios de Cleveland. Como anécdota, el segunda base y segundo en el orden al bate de los Indios era el campeón de bateo de la liga, nuestro compatriota Beto Ávila quien buscaba un anillo de campeón. En la primera entrada conectó un imparable y timbró una carrera, se fueron arriba como visitantes 2-0.

En el cierre de la tercera entrada lograron empatar los Gigantes y así continuó el partido sin más anotaciones, en la apertura del octavo capítulo abrieron los Indios con base por bolas y un imparable, vino a batear Victor Woodrow Wertz, primera base y quinto en el orden, había conectado triple en la primera productor de las dos anotaciones de su equipo, hits sencillos en la cuarta y en la sexta, simplemente no podían dominarlo, en la octava tenía una oportunidad increíble de volver a producir y tomar ventaja en la Serie Mundial, bateaba a la zurda, entró a lanzar como emergente Don Liddle, también zurdo como estrategia para dominarlo. Wertz conectó un salvaje batazo por toda la pradera central, el jardinero era Willie Mays quien arranca para atrás con el sonido seco del contacto de pelota contra el madero, sabía que la pelota lo iba a superar así que no podía hacer ni una mínima pausa en su carrera con rumbo a la barda, simplemente seguía el viaje de la pelota con la mirada gracias a haber girado su cuello, sin detenerse nunca y completamente de espaldas al home, hace una enorme atrapada que impide al menos dos anotaciones que pudieron ser una losa por lo avanzado del partido. Nunca se pudieron reponer anímicamente de esa jugada, el partido se fue a extra innings, Wertz abrió la décima entrada con doblete que finalmente no sirvió de nada, al cierre de esa entrada, Gigantes conectó un cuadrangular con dos en base y ganaron 2-5 el encuentro, terminarían por barrer la serie con cuatro victorias consecutivas.

Kirk Gibson
Este momento ocurrió durante el primer juego de la Serie Mundial de 1988. Los Dodgers de Los Ángeles recibían en su casa a un verdadero trabuco, los Atléticos de Oakland, en el primer inning anotaron dos los de casa gracias a un cuadrangular de Hatcher, marcador 0-2, abriendo la segunda de inmediato reaccionó Oakland y gracias a un jonrón con casa llena dieron vuelta al partido (score 4-2), los Dodgers anotaron una más en la sexta y así llegó el juego 4-3 hasta el cierre de la novena. Los Atléticos enviaron a su cerrador de lujo, Dennis Eckersley, quien no había desperdiciado durante la temporada ninguna oportunidad de salvar un juego, dominó a los dos primeros bateadores, Mike Scioscia y Jeff Hamilton, entró un bateador emergente, Mike Davis, quien negocia la base por bolas en cinco lanzamientos. Para este momento muchos de los reporteros de la televisión de Estados Unidos bajaron a los vestidores de Oakland para tener el mejor lugar al entrevistar a Eckersley y conocer sus opiniones, nadie se esperaba la gran sorpresa de la noche que vendría a continuación.

Tom Lasorda, manager de Los Dodgers llama de la banca a Kirk Gibson para batear como emergente por el lanzador Alejandro Peña, sonaba increíble ya que se había lastimado seriamente las dos piernas y no estaba considerado para participar en ningún momento de la serie.

El duelo que siguió fue épico, algunos de los cuatro foules que sacó Kirk fueron en forma de rodado cerca de la línea de la primera base, esto hacía que tuviera que correr hacia la almohadilla y era notorio que no podía, el dolor se mostraba en su rostro con cada esfuerzo al batear, con la cuenta en dos bolas y dos strikes aguantó una pelota mala y Davis se robó la segunda colchoneta. Al octavo lanzamiento Kirk conectó un histórico, inesperado, emocionante y muy emotivo cuadrangular para darle vuelta al marcador. Los Dodgers ganaban dejando tendidos en el terreno de juego a los Atléticos.

El recorrido de Gibson por las almohadillas hasta el home fue a paso lento debido a sus lesiones mientras era invadido el terreno de juego por los aficionados que habían entrado en éxtasis, al borde de la locura cortesía de Gibson y su turno al bate.

Fue un golpe mortal del cual yo no se repusieron los Atléticos, solo ganaron el tercero de la serie cuando llegaron a su casa, sin embargo en cinco encuentros Dodger se coronó campeón. Cabe mencionar una anécdota, Keith Olbermann era un comentarista de deportes de la cadena KCBS-LA, el reportero Howart Cosell le preguntó en el transcurso del juego,” que piensas que le debo preguntar al término del encuentro a Dennis Eckersley”, Olbermann le contestó, “le debemos preguntar del jonrón de Kirk Gibson para ganar y terminar el juego”, nadie sabía que podría entrar a jugar Gibson excepto Tom Lasorda, increíble que se hiciera esa predicción.

Caray, se me acabó el espacio y solo pude describir dos momentos históricos del béisbol, en columnas posteriores volveremos a tocar el tema y detallar algunos otros momentos increíbles que se recordarán por siempre.

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Seguiré comentando la próxima semana.

Crónicas Beisboleras