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(www.eloriente.net; México a 17 de febrero de 2017).- Por Jessica Lamadrid

 

William Kamkwamba es un joven originario de Malawi, hijo de humildes agricultores; quien al descubrir las maravillas de la ciencia pudo llevar agua y luz eléctrica a esta región.  

Dado que en el 2001 una gran hambruna asoló Malawi, William tuvo que dejar la escuela, pues sus padres no podían pagar la matrícula (de 80 dólares) de acceso a la educación secundaria, sin embargo, esto no fue un impedimento para que este joven buscara un mejor futuro.

«En mi casa comíamos sólo una vez al día, por las noches», declaró Willian, «Miré a mi padre y después a los campos de siembra secos. Era un futuro que no podía aceptar». Fue entonces que este joven decidió entrar en una biblioteca a los catorce años y buscar una solución.

Allí empezó a leer libros de ciencias, especialmente sobre física los cuales al no saber inglés, al principio sólo se fijaba en los gráficos y en las fotografías, tratando de relacionar las palabras con los dibujos. De esta manera se encontró con una imagen que cambiaría su vida: la foto de un molino de viento en un libro con el titulado Using energy.

William recuerda que el libro decía: «Un molino podía generar electricidad y bombear agua, y eso significaba riego, una defensa contra la hambruna que estábamos pasando en aquel tiempo». Razón por la cual este joven decidió construirlo, pero como no tenía los materiales necesarios tuvo que conformarse con la chatarra que encontró en un almacén cercano tales como el aspa de un ventilador, un amortiguador, los restos de una bicicleta, tubos de PVC, entro otros materiales.

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Su primer molino funcionó, por lo que logró llevar la electricidad a su hogar con doce vatios de potencia, logrando encender cuatro bombillas y dos radios. Sin embargo, Kamkwamba quería ayudar a toda la comunidad; y para eso eso necesitaba construir un molino mayor, instalar una bomba de agua, así como un sistema de riego por goteo.

Aunque al principio la gente de la comunidad no entendía a William y lo que buscaba hacer,  fue desaprobado por varios, no obstante, en el momento en que vieron los resultados de su esfuerzo y como esto significaba un gran cambio para toda la comunidad; no solo le brindaron ayuda, él se ganó el cariño y respeto de la gente. Una vez que todo su trabajo se había completado la comunidad pudo mejorar al superar la sequía y la falta de luz eléctrica.

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De esta forma William logró ayudar a su comunidad, además abrirse camino para poder continuar con sus estudios, este joven continuó en África, donde retomó sus estudios de secundaria en un colegio bíblico y para luego ser admitido en la elitista African Leadership Academy, en Sudáfrica.

Actualmente, estudia en la Universidad de Dartmouth y su sueño es dirigir su propia empresa de fabricación de molinos, para llevar la tecnología a África y así continuar ayudando a la gente que lo necesita.

 

 

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