(www.eloriente.net, México, 2 de diciembre de 2018, por Luis Alberto Osorio Ochoa).- La toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México, fue una ruptura de protocolos tras otra, marcando una clara diferencia de sus predecesores, al menos en las formas, y sumando la simpatía de muchos grupos que no habían sido considerados.

La presencia de la multiculturalidad del país en el llamado AMLO fest fue evidente. Ser el primer presidente en recibir el bastón de mando de parte de los pueblos originarios de México es quizás el símbolo más significativo de todos, y la presencia de oaxaqueños fue evidente.

Desde el primer momento, cuando el nuevo presidente fue recibido por una comitiva representante de los pueblos originarios y afroamericanos de México, un ritual de purificación, la ceremonia Xochitlalli y la entrega del bastón de mando de los pueblos originarios (que por cierto, fue elaborado en Ayutla Mixes Oaxaca) estuvo a cargo de Carmen Santiago Alonso, sacerdotisa originaria de los Valles Centrales de Oaxaca; María de Lourdes Jiménez, médica tradicional Mixteca; y Santiago Ortela Salrmiento, médico tradicional de la zona Mazateca de Oaxaca.

Otros Oaxaqueños presentes a lo largo del acto fueron Nathanael Lorenzo Hernández, Director del Instituto Intercultural Calmécac, de Nejapa de Madero; Natalia Cruz, cantante zapoteca del Istmo de Tehuantepec; la Banda de música de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, entre otros.