Imagen pixabay, representación del VIH

Por RFI

Este 1° de diciembre se celebró la ‘Jornada mundial de lucha contra el sida’. Cerca de 38 millones de personas en el mundo padecen la enfermedad, según ONU-sida. Las muertes ligadas al VIH en 2018 cayeron a 770.000, es decir, una tercera parte menos que en 2010.

En el mundo las nuevas contaminaciones han caído a un 40% desde finales del decenio del 90. Esta tendencia no se confirma sin embargo en Europa del Este y Asia central donde las nuevas contaminaciones, al contrario, aumentan.

En los últimos seis años, 30% de los nuevos casos se registraron en esa región. Varias razones explican esto, según el profesor Michel Kazatchkine, enviado especial de Naciones Unidas sobre la cuestión del VIH-Sida a la región.

«Primero que todo, la epidemia comenzó a mediados de los 90, en una región que presentaba numerosos problemas sociales y económicos. En esos años había una enorme oleada del uso de drogas por vía intravenosa. Hoy sabemos que las personas que se inyectan droga tienen 22 veces más probabilidades de infectarse con el VIH que la población general y mil veces más posibilidades de infectarse con el virus de la hepatitis que la población general», sostiene Kazatchkine.

La deficiencia de los sistemas de salud en esos países también explica esta situación.

«Los sistemas de salud estaban, y lo siguen estando, en transición. No existe ninguna conexión entre ellos. Los médicos no estaban simple y llanamente preparados para enfrentar la epidemia de sida. Para ellos, se trataba de una enfermedad que afectaba Occidente y África».

A esto hay que agregar, según el profesor Michel Kazatchkine, «el escaso presupuesto con el que contaban las autoridades sanitarias, la desolación científica y, de manera general, una reacción social y gubernamental de rechazo, de discriminación. Esto hizo que las personas que formaban parte de las poblaciones de riesgo, aquéllas más expuestas a contraer la enfermedad, tuvieran un pésimo acceso al diagnóstico y a los tratamientos».

Todos estos factores unidos han hecho que «la epidemia todavía no haya sido controlada» en esa región.

PrEP, eficaz para la prevención pero poco utilizada

En cuanto a las pistas en materia de prevención, el uso del preservativo sigue siendo el instrumento más eficaz pero existen otros mecanismos, entre otros el PrEP, es decir, la profilaxis preexposición (o PrEP).

Ésta consiste en tomar medicamentos diariamente para prevenir el VIH si la persona corre un alto riesgo de contraerlo. La PrEP puede evitar que el VIH se afiance y se propague por todo el cuerpo. Cuando se toma diariamente, la PrEP es altamente efectiva para prevenir el VIH por el sexo o el uso de drogas inyectables.

Para el profesor François Dabis, director de la Agencia nacional de investigación sobre el sida (y las hepatitis virales) este método es muy poco utilizado a pesar de que da buenos resultados.

«La idea es dar medicamentos retrovirales a personas que son negativas, es decir, que no tienen el virus del VIH pero que corren riesgos y que, por diversas razones, no van a utilizar el preservativo o lo van a utilizar muy poco».

La PrEP es muy eficaz, del orden del 95 %, para prevenir la transmisión, si la persona tiene un compañero seropositivo. La PrEP está presente en la mayor parte de los países, ha sido integrada a la mayor parte de los programas de prevención, pero todavía muy poco utilizada.