@Salma Corres
Carta a Salma durante la pandemia, por Salma Corres
«Querida Salma,
Antes que nada, quiero pedirte que leas esta carta hasta el final, no te asustes ni pienses que es una broma. Trataré de ser lo más breve posible.
Las cosas aquí no van muy bien, hace un par de meses una enfermedad muy contagiosa comenzó a propagarse en todo el mundo.
En tres meses, mi estilo de vida cambió por completo. Paso casi todo el día en casa, solo salgo a hacer compras una vez a la semana y cuando salgo tengo que usar cubrebocas todo el tiempo.
No todo es malo, he podido hacer cosas para las cuales antes no me daba el tiempo, como aprender a cocinar y leer. Es decir, realmente leer.
Volví a escuchar música como actividad principal, no como acompañamiento para una fiesta o para cantar en el carro. Como más sano y he bajado de peso. Tomo café fresco en las mañanas y en las tardes, y hace mucho que no recaliento una taza de café en el microondas.
Algunas tardes me acuesto boca arriba en la azotea y contemplo el cielo, sin prisa.
Por otro lado, he tenido noches de insomnio y días de mucha incertidumbre sobre el futuro. Frecuentemente siento miedo y preocupación.


Sé que prometí ser breve, pero hay tantas cosas que contarte.
Hablemos ahora de ti. Sé que estás preocupada por algunas cosas del trabajo, que estás concluyendo un proyecto e iniciando otro y eso te genera ansiedad. Podría casi asegurarte que mientras lees esta carta te están sudando las manos.
Sé también que a pesar del estrés, esta transición laboral y personal te está llenando de felicidad y satisfacción, continúa haciendo las cosas como hasta ahora, vas por buen camino.
En realidad, no tienes mucho por qué preocuparte. De
cualquier manera, te enlisto un par de consejos para que tomes en cuenta de ahora en adelante. Por cierto, los enlisto porque sé que te gustan las listas y el orden:
1. Abraza. Abraza a quienes quieres. Abraza también a los que no quieres tanto. A todos les hace y les hará falta. No tienes idea de cuánto extrañarás hacerlo. Es más, deja la carta un momento y corre a abrazar a mamá y a papá, seguro están cerca.
2. Ve menos de prisa. Toma tu tiempo para disfrutar las pequeñas cosas, vuelve a prestar atención a los detalles.
3. Mira menos tu celular. Los próximos meses tendrás tiempo de sobra para hacerlo. De verdad, guárdalo ahora y disfruta el lugar en donde estás ahora y a las personas que están contigo.
4. Mantente presente en el presente. Sé que este consejo es un completo cliché, me reí muchas veces de él, pero ahora comienzo a entenderlo. No me refiero a vivir el presente con irresponsabilidad sin pensar en el efecto de tus acciones. Sino en la importancia de ESTAR con todas sus letras en el momento que estás viviendo.
5. Escucha. Escucha más a los que tienen algo que decirte y míralos a la cara, vienen tiempos de mucha necesidad de afecto y comprensión, te sugiero ir desarrollando esas cualidades.
6. No te aferres a los planes. Los planes cambiarán. ¡Vaya que cambiarán! Has nuevos planes.
7. Agradece. Lo mucho o poco que consideres que tienes, agradécelo. No puedo decirte por qué, pero lo he intentado las últimas semanas y me ha hecho sentir mejor.
8. Desarrolla la paciencia. Algunos días sentirás que te rebasa la desesperación. Sobre todo los primeros, te prometo que después de un par de semanas, sabrás como manejar la situación.
9. Confía. Este es un consejo para ambas. Vamos a intentarlo.
A estas alturas debes estar muy confundida, gracias por leer hasta el final. Te preguntarás desde donde te escribo y por qué la situación que describo suena tan extraña e inverosímil.
Te escribo desde junio. Junio, el mes. Junio del 2020.
Sé que lo que te he compartido te será de utilidad. Hasta ahora vas muy bien. Mucha gente la está pasando mal, muy mal. Considérate afortunada de poder estar en casa y sigue cuidándote.
Con toda la buena vibra del mundo, la Salma durante la pandemia.»