El reto de la IA que viene
 

Por: Rodrigo Sandoval Almazán*

El teléfono celular se ha convertido en mi asistente personal. Le pido que me recuerde eventos, haga listas de compras, envíe correos electrónicos o simplemente busqué un contacto para hacer una llamada. En nuestras manos tenemos una inteligencia artificial (IA) de primera generación ( Inteligencia Artificial Estrecha).

Sin pensarlo mucho, las bocinas inteligentes, los chips de los autos, el uso de Instagram, LinkedIn, TikTok, Google, nos demuestran cuanto utilizamos y dependemos de esta tecnología.

El cine, las novelas y los superhéroes han deformado nuestra idea sobre la inteligencia artificial, para infundirnos miedo sobre el impacto que tiene en nuestras vidas. Sin embargo, hoy en día, la IA ayuda a los radiólogos a detectar cáncer en pulmones con cero errores. Apoya a los jueces a revisar cientos de hojas de un expediente y determinar si las demandas proceden o no, y proponer sentencias en pocos minutos.

La IA ha mejorado el reconocimiento facial y el reconocimiento del habla hasta reconocer objetos, y más recientemente se aplica en programar drones que pueden cambiar el futuro de la paquetería, la agricultura e incluso la guerra; sin contar con el desarrollo de automóviles autónomos más seguros que los manejados por humanos.

El desarrollo de IA que está ocurriendo en varios países del mundo, puede generar una desigualdad nunca antes vista.

Los dueños de las patentes para desarrollar estas tecnologías y las comercialicen serán quienes monopolicen los mercados de software, robots, drones, super computadores, vehículos autónomos e incluso naves espaciales y satélites.

El asunto no es menor cuando pensamos que sólo tenemos dos opciones ante el auge de la IA: somos compradores o vendedores de la tecnología. Como diría Yuval Noa Harari: seres humanos que programan a otros, o seres humanos programados y dirigidos.



IA y Discriminación

Esta desigualdad puede llevarnos a la discriminación: “No hacemos negocios con ustedes si no utilizan IA” o bien “no tenemos tratos comerciales hasta que sus estándares de producción con IA sean similares a los nuestros”.

Podemos convertirnos en personal de mantenimiento de los robots y de supercomputadoras, productores de piezas sueltas, pero no tendremos posibilidades de competir en un mundo que lleva diez años de ventaja desarrollando esta tecnología.

Si bien el problema que he tratado de simplificar en estas líneas es demasiado complejo y requiere mayor estudio, le propongo algunas ideas que pueden comenzar a resolverlo.

Una solución es construir nuestra propia soberanía tecnológica, esto quiere decir tener una infraestructura de servidores y poder de cómputo propio, evitando los servidores de otros países y mantener el control de nuestros datos, nuestras patentes y tecnologías dentro del país.

Otra solución será impulsar un conjunto de universidades y centros de investigación enfocados en desarrollar capital humano especialista en IA. Es algo que está ocurriendo en muchos países del mundo —China, Alemania, Estonia, Inglaterra, Estados Unidos— pero que no contamos con ello o es muy incipiente en nuestros países; parece que sólo estamos esperando que llegue la ola de IA para subirnos en ella y reaccionar hasta entonces.

Una idea más, sería crear condiciones para la transformación industrial y pasar de la industria 2.0 a la industria 4.0. Dejando de ser una industria manufacturera por una economía de datos que impulse tanto el cambio tecnológico como la adaptación a la nueva realidad de la IA.

Vamos con retraso en esta carrera tecnológica, pero aún estamos a tiempo de cambiar el destino de nuestras naciones.

*Rodrigo Sandoval Almazán

Es doctor y maestro en Administración de Empresas por el ITESM (2006), Actualmente es profesor de tiempo completo

Rodrigo Sandoval Almazan es profesor investigador en la Universidad Autónoma del Estado de México, se especializa en estudiar las tecnologías en el sector público, con énfasis en inteligencia artificial, gobierno abierto, redes sociales.

Ha publicado tres libros y sus artículos académicos en revistas nacionales y extranjeras. Es fundador del i-lab Mexico Laboratorio de Innovación Pública e Inteligencia Artificial. Su sitio web: https://horus72.substack.com/ . Contacto: tecnogob@pm.me

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