Mientras Europa levanta prudentemente la cuarentena, con el temor de una segunda ola epidémica de coronavirus, las imágenes de aviones llenos de pasajeros causan indignación en redes sociales. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) asegura que el riesgo de contagio en las cabinas de aviones es “bajo” y que no se justifica separar a los pasajeros con un asiento vacío.

Las imágenes de pasajeros amontonados en vuelos europeos en plena pandemia de coronavirus han suscitado indignación e incomprensión sobre las reglas sanitarias en los aviones.



En Francia, los pasajeros de un vuelo de Air France que conectaba Marsella con París el 18 de abril, en plena cuarentena, denunciaron la falta de distancia física entre los unos y los otros.

Dans le vol @AirFranceFR Paris-Marseille ce matin. Après avoir fait la queue en respectant la distanciation sociale, les passagers se retrouvent assis côte à côte ? Le vol est complet. 

Esta semana, fue la tasa de ocupación de un vuelo entre Madrid y Gran Canaria que causó el descontento de los pasajeros. “¿Dónde está la distancia de seguridad? Va el avión casi completamente lleno”, denunciaba un usuario de Twitter que exigía un asiento de separación entre cada pasajero.

La compañía Iberia que fletaba el vuelo deberá responder sobre un presunto incumplimiento de las normas sanitarias, según la investigación que abrió la Guardia Civil española. En el país ibérico, un decreto del 14 de marzo obliga a los transportistas a “tomar las medidas necesarias para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros”. Al contrario Francia no impone medidas de distancia física en los aviones.

La compañía Iberia respondió a la polémica con un video de Jesús Elices, responsable de Estándares y procedimientos. Elices afirma que el aire de la cabina de un avión es de una pureza similar a la que se exige en quirófano de hospital. “Todo el aire que inducimos en cabina es estéril. Una parte proviene del circuito de los motores que ha sufrido un salto térmico que destruye cualquier patógeno (…) Y la otra parte del aire pasa por un proceso de higienización con filtros (…) capaces de capturar hasta el 99.99% de patógenos, incluyendo el coronavirus”, detalla.

En las últimas semanas, el sector de las aerolíneas se ha movilizado para evitar que se les imponga la misma medida que se toma en los transportes públicos de muchas ciudades europeas, es decir separar con un metro de distancia a los pasajeros. La compañía Ryanair advirtió por ejemplo que volverá a operar el 1ro de julio aplicando medidas de precaución como la distribución de mascarillas, pero que no dejará un asiento libre entre los pasajeros.

Las aerolíneas, preocupadas por el costo de la distancia física

En un extenso comunicado de prensa el 5 de mayo, la Organización internacional de transporte aéreo, IATA, se mostró desfavorable a que las aerolíneas dejen una fila de asientos libres para instaurar una distancia física entre pasajeros. El gremio del transporte aéreo afirma además que los filtros de aire de los aviones garantizan un ambiente limpio en las cabinas y que reduce la probabilidad de contagios. “Un rastreo de contagios en un vuelo entre China y Estados Unidos con 12 pasajeros que tenían síntomas de Covid-19 no reveló ningún contagio a bordo”, ejemplifica la IATA.

“Además, dejar un asiento vacío entre cada pasajero, no permitiría cumplir con la separación física recomendada para ser eficaz. Las autoridades recomiendan de uno a dos metros mientras que el promedio de los asientos es de 50 cm de ancho”.



Las aerolíneas temen sobre todo el impacto económico de tal medida. Las medidas de distanciamiento a bordo de los aviones reduciría la tasa de ocupación a 62%, “mucho menor al nivel de rentabilidad promedio de 77% de ocupación”, precisa la IATA que advierte de un riesgo de un aumento “dramático” de las tarifas de los boletos de avión de entre 43% y 54% según la región.

Los especialistas en medicina preventiva, prudentes

Consultado por Radio Francia Internacional, el doctor Alberto Torres, miembro de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene se muestra prudente sobre los riesgos de contagios a bordo. Ante todo, aclara que “es necesario hacer una valoración más precisa del riesgo real (de contagio en los aviones)” con estudios epidemiológicos. “Hay que conocer mejor cómo funciona la ventilación en los aviones, cuantos tienen filtros capaces de retener los virus y qué cantidad de renovaciones hora producen y cuál es el sentido de circulación del aire”, agrega.

Y para prevenir cualquier contagio en vuelo, el médico recomienda una serie de medidas como la toma de temperatura de los pasajeros antes de abordar la aeronave, con el fin de evitar el embarque de personas con síntomas de Covid-19. Sin embargo “sería una medida imperfecta porque hay personas que podrían ser asintomáticas”, por lo que sería necesario el uso de mascarillas y facilitar el acceso al gel desinfectante.

El tema de la distancia física es el “más espinoso”, reconoce el doctor Torres. Y recuerda que “cuando en un avión se identifica que una persona está infectada, se toman medidas para las personas que están en los asientes inmediatamente adyacente. Por lo tanto, si se hace de esta manera, es que se entiende que hay un riesgo de transmisión”.

“En este sentido, una política de dejar un asiento libre ayudaría”, a prevenir los contagios, concluye el médico.