Por: Vicente López Portillo

Estamos en el último mes del año, donde las luces, fiestas y alegría se disfrutan entre nuestras familias. Es una excelente oportunidad de disfrutar a nuestros seres queridos y compartir con ellos el esfuerzo de todo un año de trabajo a través del aguinaldo. De acuerdo a la Ley Federal del Trabajo tu patrón debe entregarlo a más tardar el 20 de diciembre y por lo menos corresponder a 15 días de salario.

Sin embargo estas últimas semanas que nos prometen tantos buenos momentos, también son un campo minado de tentaciones para nuestro bolsillo. Sólo necesitamos acudir a los centros comerciales para ver las promociones y descuentos en una gran cantidad de artículos, que nos hacen pensar, si podremos vencer la tentación y no derrochar nuestro dinero.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, las compras de la temporada navideña representan el 30% de sus ventas totales en el año. Lo que significa que la gran mayoría se gasta el total de su aguinaldo y no lo utiliza de manera que ayude a mejorar sus finanzas personales. Podríamos preguntarnos: ¿Por qué no planificamos el uso de este ingreso?, ¿Qué nos empuja a gastarnos todo el aguinaldo?

Si quieres evitarte la famosa cuesta de enero, generada por nuestra mala organización, a continuación te presentaré algunos consejos financieros que te ayudarán a adquirir nuevos hábitos que te permitirán aprovechar al máximo tu aguinaldo y sacarle provecho:

–       Haz tu presupuesto para registrar tus ingresos y  gastos. De esta manera sabrás tu capacidad real de pago. Para obtenerla, a tus ingresos mensuales réstale tus gastos y tu ahorro mensual, el resultado será lo que puedes destinar para el pago de tus deudas. No se te olvide incluir el ahorro dentro de tus gastos y no caigas en el error de pensar que porque tienes más dinero, igual tienes que gastar más. Es muy importante que el presupuesto lo elabores por escrito e involucres a los miembros de tu familia.

–       No regales tu aguinaldo, diciembre es un mes de fiestas y regalos, pero si no te mides, puedes adquirir problemas financieros que pagarás en el futuro. Procura comprar obsequios económicos o hazlos tú mismo. No por adquirir un regalo costoso significa que quieras más a tus seres queridos. Utiliza tu creatividad.

–       Liquida deudas, no las contraigas, aprovecha la oportunidad de bajarle el monto a tus deudas. Empieza por las deudas que tengan una mayor tasa de interés. Este punto es muy importante, ya que las deudas conllevan un costo financiero (intereses) que pagamos mientras no las liquidemos.

–       Regálate seguridad y considera destinar una parte de tu aguinaldo a la contratación de seguros que te cubran ante riesgos como una enfermedad, catástrofes o la muerte.  Actualmente en el sistema financiero mexicano existen seguros básicos que tiene precios accesibles, consulta y compara, no te olvides de leer completas sus condiciones generales que contienen tus derechos y obligaciones.

–       No te gastes todo en diciembre, la cuesta de enero es un mito, las dificultades se deben a que no administramos correctamente nuestros ingresos. No te veas en la necesidad de recurrir al empeño, reserva una parte de tu aguinaldo para hacer pagos importantes (predial, tenencia, seguro del auto, colegiaturas, etc.)

–       Invierte en tu futuro o emprende un plan de ahorro e inversión que te permita lograr metas. Como ejemplo, puedes realizar aportaciones voluntarias en tu AFORE y obtener excelentes rendimientos. Es importante que siempre verifiques que tus recursos son administrados por Instituciones debidamente reguladas por las autoridades.

Por último, te recomiendo consultar los Simuladores de Ahorro e Inversión de la CONDUSEF en www.condusef.gob.mx, que te ayudarán a establecer metas para tu ahorro y ver que institución financiera puede hacer crecer más tu dinero de manera segura.

El mejor regalo que podemos dar a nuestras familias, es empezar un año sin deudas.