Por: Alejandra Silva Soriano

Uno de los mitos más grandes que existen alrededor de las personas con discapacidad es que están limitados a entablar relaciones personales. Este mito además de falso, es totalmente discriminatorio.

El problema tiene su raíz en el círculo más cercano: la familia y los amigos, pues desde que son niños, muchas veces se tiene un trato de sobreprotección hacia ellos, lo correcto es animarlos a que en la medida que su discapacidad se los permita, puedan vivir experiencias y realizar actividades como el resto de los niños o jóvenes de su edad, esto les servirá para que vayan adquiriendo y desarrollando habilidades, pero sobre todo, aprenderán a tener amigos.

Los eventos sociales como las fiestas de cumpleaños, las salidas a parques, centros comerciales, o simplemente reuniones de amigos, son muy importantes para desarrollar en la persona con discapacidad habilidades de socialización, esta, sin duda es la herramienta más importante en la lucha contra la discriminación, porque como lo he dicho tanto, la inclusión social empieza por nosotros mismos.

En la asociación que dirijo trabajamos en su mayoría con adultos con discapacidad intelectual, y dentro de lo que he podido observar, es que muchos de ellos al inicio no se relacionan con otros chicos, no saben tener amigos, pero no saben, no porque sean personas con discapacidad, sino porque no lo han hecho nunca.

Otro tema muy sensible y difícil de manejar respecto a las relaciones personales de las personas con discapacidad es la sexualidad. Los hombres y mujeres con discapacidad, como todas las personas, también son seres sexuales.  Muchos padres quisieran evadir la sexualidad de sus hijos con discapacidad, porque definitivamente resulta muy difícil enfrentarse a situaciones que en la mayoría de las ocasiones no se sabe cómo manejarlas, pero es algo inevitable.

Según los especialistas, la clave y la solución, están en una buena educación, donde los padres juegan un rol fundamental, porque serán ellos los que deberán esforzarse en explicar en un lenguaje sencillo aspectos relacionados con su cuerpo y sexualidad. Decía Giuliano Govigli, que “las personas con discapacidad experimentan deseos no más ni menos que sus contemporáneos”,  y por lo tanto, tienen las mismas necesidades de información que tenemos todos, variando únicamente la forma de comunicárselos, dependiendo el grado y tipo de discapacidad.

Para los papás que ya se enfrentan a estas dificultades o los que se van a enfrentar, indudablemente resultará una tarea titánica, pero no es una responsabilidad que han de asumir solos, tendrán que asesorarse por gente profesional y especializada en el tema, porque aunque todos tenemos derecho a la sexualidad, las circunstancias que enfrentan las personas con discapacidad son particulares y por lo tanto, deberá ser un tema que se aborde de forma individual.

Que tengan bonita semana, disfruten mucho las fiestas de julio en nuestro estado. Que Dios nos bendiga mucho y nos leemos el otro jueves.

Foto: Gobierno Municipal de Piñas, Algunos derechos reservados