Somos la música que hace vibrar el cosmos
Todo en el universo tiene ritmo, todo baila:
Maya Angelou
(www.eloriente.net, México, a 17 de noviembre de 2017, por: Vania Rizo).- El domingo pasado mientras se realizaba el evento inaugural de los festejos por el XXX aniversario de la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, al Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca y la zona arqueológica de Monte Albán, la orquesta “Primavera” ofreció un concierto.
En ese evento, una escena tomó mi atención, era una pareja bailando a un costado del escenario musical, ambos, extendían a la libertad por sentirse tocados por la música, sus movimientos eran merecedores de la inspiración de algún cineasta.
Conforme pasaba el tiempo, más parejas se iban sumando en el envoltorio mágico que produce la música, lo que me remitió a años atrás cuando decidí dedicarme a la función pública porque me emocionaba observar eventos que propiciaran la cohesión social.
Pero lejos de acordarme de mi actual distancia en la administración pública, me llamó fuertemente la atención lo que la música produce en nosotros, es asombroso, es enigmático.
Hay quienes en explicaciones científicas, abordan el tema musical. Desde cuerditas vibrantes en cada objeto como lo sugiere la teoría de cuerdas mencionada por el científico Alberto Güijosa, o como planteaba Pitágoras a sus seguidores; que una piedra es música congelada, pero que a su vez no podemos lograr escucharla porque resulta que es matemúsica como decía Amos Oz.
Pero también hay opiniones que dicen que la música es innata, otras, que es adaptativa y unas más que dicen que la música es la compresión de todo, indescriptible.
Atendiendo a la diversidad de lo qué es, de su origen y de lo que produce la música, algo queda claro: la música es un mundo entero que contiene muchos submundos, los cuales uno puede explorar y atender, pero lo común es un lenguaje que nos toca, que nos puede dar placer.
La música resuena en nosotros, la música es aliada, cómplice, herramienta. A mi me ayuda, la he utilizado al despertar, para inyectarme de energía positiva. Y a veces, si hay tiempo, bailo con ella, vibro. Otras ocasiones me acompaña en el silencio, en la soledad, en estimular y comprender emociones.
Familia, amigxs, chicos con los que salí, han estado de manera ultra cercana a la música, los he observado y tienen un brillo especial cuando cantan, tocan o escuchan.
Y yo, feliz, conmovida porque la música me salva, me reconoce, me recuerda. La música me interesa, me mueve. En cada cultura está la música, en cada persona, planta, animal, en cada piedra. ¿Y en ti, qué espacio ocupa, qué causa en ti la música?.
@Vaniarizo
Imagen: Renoir
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