eloriente.net

23 de marzo de 2018

Por Vania Rizo

“La gente haría cualquier cosa para fingir que la magia no existe,
incluso cuando la tienen delante de las narices.”
-J.K Rowling

Hace unos años sentía que debía rendirme ante el cambio y declarar límites.
Sabía que no podía entregar mi equilibrio en manos de una persona o cosa. Sabía que no merecía ser víctima de la soberbia de alguien. Lo sabía pero quería llevarlo a la praxis, me empoderé. Esas eran mis circunstancias.

En ese tiempo, me encontré con Martha Cristiana, porque ella, recientemente, escribía y compartía acerca del proceso, de la experiencia que es salir de un lugar que ya no te hace bien y del valor que se requiere para poder ser real y mejorar como persona en un mundo como este. También hablaba de su creencia en la magia y como esta fe, la ha llevado a vivir cosas increíbles, que algunos miran con duda y recelo, poniendo (quizás) la palabra locura en sus mentes. Pero yo conecté con su narrativa, la comprendí entera y decidí compartirle mi experiencia, vulnerabilidad y mi lucha por seguir adelante, la magia de la vida, me encontré con un ser precioso.

MARTHA, quien aparte de los roles que puedan encontrar en internet como actriz, modelo, guionista, empresaria, -todos ellos legítimos- yo veo a un ser humano generoso, libre, tenaz, inteligente, creativo y lleno de amor, quien al dedicarme tiempo para escucharme, le hice saber que no desistiera de vivir una vida llena de bendiciones y magia, inyecta en cada pensamiento. Esto en la creencia de sembrar intención, de orarlo y ofrendarlo en cada acto. Le dije que el mayor acto de un mago es transformarse a si mismo.



Después de escucharme y sentir empatía con ella, pasó un día para recibir la noticia de que mis palabras -antes de ser palabras, cuando fueron sentimientos, emociones, confusiones, experiencias- fueron un mensaje que se replicó en su esencia en un evento en el Hospicio Cabañas, denominado “El libro de las modelos” de Haunted Magazine, evento donde asistieron en su mayoría, personas del mundo de la moda, modelaje. Y como bien se puede sugerir, ese ambiente puede estar cerca de vender vacíos pero sucede que a ésta maravillosa mujer, le tocó pronunciar el discurso de la noche y el evento se tornó de otro sabor. De un significado transcendente.

A la mañana siguiente, fue un lindo sábado, donde se me envió el hermoso discurso, con una nota anexa, fina, que decía: “apreciarás que tuviste que ver”. Sonreí y abracé mi rareza, elogié y confirme la magia.
Agradecí.