(www.eloriente.net, México, a 2 de abril de 2018, por Jaime Palau Ranz).- Los Guerreros de Oaxaca y los Diablos Rojos del México han seguido en los últimos años una línea de apoyo a los peloteros connacionales. En la temporada 2016 restringieron la contratación de México-Americanos al mínimo y en la temporada 2017 definitivamente jugaron sólo con mexicanos; el resultado fue un desastre, no calificaron a la postemporada ninguno de los dos, incluso Diablos rompió una racha de más de dos décadas accediendo a las finales de manera consecutiva. Eso llevó a la directiva a replantear la situación y optar por contratar nuevamente extranjeros para este 2018. La cantidad autorizada es de siete por equipo y no lo van a pensar, no pueden dar más desventaja, en cambio, van a confiar nuevamente que tienen la mejor base de peloteros mexicanos.

La organización encabezada por Alfredo Harp Helú lleva años enviando peloteros a los Estados Unidos, eso es debido a la extraordinaria labor que realizan preparando a jóvenes mexicanos en las Academias que tienen en San Bartolo Coyotepec, Oaxaca y en El Carmen, Nuevo León. No solo les desarrollan el talento en cuanto a lo técnico sino también como personas, para que no se vuelvan locos al ganar miles de dólares por jugar. El obtener un contrato para un joven pelotero no solo le redituaba a la organización recursos para seguir financiando la búsqueda de talentos sino que además se obtienen los derechos de retorno de ese muchacho para cuando decidiera regresar a la Liga Mexicana, esto puede ser extraordinario ya que recibes a un jugador hecho y con experiencia.

La base de peloteros mexicanos con la que cuentan los Guerreros y Diablos Rojos es por mucho la mejor de México, pocos equipos buscan talento y los desarrollan, y para aquellos que logran exportar, cuando regresan traen una experiencia acumulada que sin duda hace diferencia. Por eso es que confían en su base de peloteros mexicanos y no van a contratar México-Americanos a menos que las circunstancias los obliguen.

Como sea ya hemos dicho que no piensan dar más ventajas, este año van con todo, sobre todo los escarlata, la presión que sienten por su historia, tradición y el saber que representan a la capital del país es suficiente para cuidar todos los detalles y no aflojar el paso.



La inversión que ha hecho don Alfredo solamente en los estadios de la CDMX es muy alta, paralelamente a la construcción del nuevo estadio, hubo que invertir en remodelar el Fray Nano y poder seguir jugando, adicionalmente parece que los terremotos de septiembre del año pasado, descubrieron fallas estructurales en el nuevo estadio y hubo que rehacer parte de la obra, ya veremos para cuando se termina y cuánto tiempo será el retraso efectivo, por lo pronto el Juego de Estrellas de este año que se va a realizar entre las dos temporadas oficiales, está programado para realizarse en la Ciudad de México, difícilmente será en el nuevo estadio.

Los siete extranjeros que llegaron a reforzar este año a cada una de las dos novenas son los siguientes, por los Guerreros de Oaxaca tres son lanzadores, un receptor, dos infilders y un outfilder, es decir, toda una columna vertebral, los lanzadores son los siguientes, Arcenio León, originario de Venezuela, quien tendrá la responsabilidad de ser el cerrador, es decir, entrar en la última entrada a preservar la ventaja en los juegos que se vayan ganando por tres carreras o menos, es el brazo fuerte con nervios de acero para aguantar la presión.

El segundo lanzador es Josh Judy, originario de los Estados Unidos, tiene la responsabilidad de ser el preparador, es decir, sacar la octava entrada para dejar el terreno listo para el cerrador, debe tener un brazo fuerte y controlado, si la ventaja es mayor a tres carreras puede terminar los juegos por lo tanto debe también saber aguantar la presión, el tercer pitcher extranjero también es de los Estados Unidos, su nombre es Patrick Johnson, los tres extranjeros tiran con el brazo derecho.

El receptor que llegó a Guerreros es Carlos Paulino, originario de Puerto Plata en la República Dominicana, tiene un brazalete espectacular, tira a segunda base en menos de dos segundos, es lo mínimo que se espera en las Grandes Ligas, tiene poder en el bate así que deberá ayudar en la productividad de carreras, la receptoría no era una posición coja ya que Erick Rodríguez siempre ha sido una garantía detrás del plato, oportuno bateador y su tiro a segunda también es extraordinario, tristemente es uno de los mexicanos sacrificados, es muy querido por la afición oaxaqueña por lo que Paulino no puede cometer errores o se le van a venir encima pidiendo a Erick, como sea la competencia es buena pues los hace más estar siempre atentos a una oportunidad.

Para jugar en el cuadro llegaron dos peloteros, el cubano Younesky Betancourt originario de Santa Clara y el de San Pedro de Macorís, República Dominicana, Héctor Gómez, aquí también hay otro sacrificado consentido de la afición, el oaxaqueño Jaime Brena nacido de San Sebastián Etla, para cubrir los jardines llegó Ricardo Nanita que es venezolano, estos toleteros deben llevar el peso de la ofensiva bélica junto con los mexicanos Adán Muñoz y Luis Carlos García.

Por parte de los Diablos Rojos del México, los siete extranjeros son los siguientes: dos lanzadores, un receptor, dos infilders y dos outfilders, los pitchers son el cerrador Jean Machi originario de Venezuela y Atahualpa Severino de República dominicana, derecho y zurdo respectivamente, el cátcher es Carlos Corpurán de Puerto Rico, los jugadores de cuadro son Alexei Ramírez de Pinar del Rio, Cuba y David Vidal Henry Urrutia de Cuba, no sería raro que no terminen la temporada con los pingos si es que bajan su rendimiento, ya se dijo que en estos momentos no están las directivas para aguantar una slump o mala racha de bateo.

Suerte para mis dos equipos favoritos.

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Seguiré comentando la próxima semana.