Imagen: Johns Hopkins University

Por: OSMAR GIJÓN

¡Qué doloroso para el humano! ¡Qué cruel para la economía! 

¡Qué alegría para la Madre Tierra! ¡Qué felicidad para los animales!

Hoy el mundo presenta un terrible malestar social, la humanidad nuevamente siente miedo y temor, países sienten preocupación, y los Gobiernos se salen de control, una vez más nos damos cuenta que la humanidad ni con todo el dinero, ni con todo el poder será más fuerte que las reacciones de defensa que la Tierra tiene para su protección.

Es evidente que hay muertes de humanos que no tomaron las medidas preventivas necesarias, tan solo en México hasta el día de ayer 19 de Abril se presentó en el informe técnico COVID-19 por medio de la Secretaría de Salud un registro de 49, 570 personas estudiadas, de las cuales se confirman que 8, 261 personas han sido confirmadas, 10, 139 personas sospechosas, 31, 170 casos negativos y desafortunadamente 686 personas fallecidas, así lo dio a conocer el Secretario de Salud, Doctor Hugo López-Gatell,  pero también en la obviedad es que existen nacimientos de nuevas especies que por primera vez se sienten tranquilas y en libertad por no estar en persecución de caza por algún humano.

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La realidad es que la mujer y el hombre hoy se sienten en cautiverio, con una crisis emocional de ansiedad, estrés y posiblemente hasta depresión por no poder salir a las calles a realizar las actividades rutinarias acostumbradas, sin embargo en la realidad también existe una unificación y aprovechamiento familiar, una gran oportunidad para que las familias de todo el mundo puedan resolver sus conflictos que por años los han perseguido, o bien reforzar aquellos lazos que por las actividades muchas veces ya no se permitían, disfrutar en esta pandemia 24/7 a la familia es un verdadero regalo de la vida.

Desafortunadamente comienzan a elevarse las cifras del desempleo, pues la Secretaría de Trabajo y Previsión Social informó que se han perdido en el país más de 346, 878 empleos, es lamentable que cientos de trabajadores se queden sin un sustento económico para mantener a sus familias, sin embargo el covid-19 nos está dejando la gran lección de ver la crisis como un crecimiento, pues quizá sea momento de idealizar el sueño u objetivo profesional que solo estaba en la mente o en un cuaderno escrito con un lápiz, pero que nunca se llevo a cabo por miedo al fracaso, y que quizá hoy sea una verdadera fuente de empleo independiente.

Nos dimos cuenta que nuestro ahorro poco a poco se va acabando, y al estar en casa posiblemente nos percatamos también que hay cientos de compras que en su momento fueron innecesarias adquirir, y que hoy ante esta pandemia muchas familias realizan en sus casas las coloquialmente conocidas “venta de garaje” o “bazar”, desprendiéndose de todo aquello que ya no tiene utilidad y que representó un gasto, muchas veces innecesario.

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Algunas personas hicieron compras en exceso, hoy a pesar de la pandemia siguen generando mucha basura, es una verdadera y cruel realidad, pero del otro lado de la moneda encontramos personas que en familia decidieron crear su propio huerto urbano y consumir lo que se cosecha, además de entender y comprender que una vez más los mares y bosques se comienzan a limpiar por si solos.

Para una mayoría es estresante estar encerrado ¿verdad? pero la vida nunca será casualidad, pues aunque en estos momentos estemos en la preocupación y desesperación una lección más de vida será entender lo que cientos de adultos mayores en el mundo sienten cuando son abandonados en un asilo para ancianos, muchos de ellos en silla de ruedas, enfermos y sin nadie que esté acompañándolos, también podremos entender lo que cientos de personas sienten por estar presos en las diferentes cárceles, muchas veces injustamente encarcelados, no creo, estoy seguro y convencido que esta pandemia traerá mayor inclusión y menos indiferencia social en el mundo.

No es la primera vez en el mundo que ocurren estos fenómenos, sin embargo enfocándome en México puedo hoy decir que nuestro país ha salido de muchas situaciones de crisis, pero eso jamás ha sido posible sin la unión de las y los mexicanos, sin la conciencia humana que como pueblo mexicano tenemos, hemos demostrado que el dolor de un mexicano, es el dolor de todos, y que la salud de uno siempre será la responsabilidad de todas y todos.

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Hoy luchamos por volvernos a ver, por caminar nuevamente por aquellos espacios favoritos, por ver a nuestras y nuestros amigos y tomar una cerveza fría, por ir a nuestro café favorito, por salir a pasear con nuestros perros, luchamos por ir nuevamente al cine y disfrutar de la película con una persona especial, de vernos y abrazarnos, hoy tenemos el deseo de ver nuevamente a nuestras y nuestros compañeros de la escuela y del trabajo, tenemos ganas de caminar por aquellas calles que cuando lo hacíamos no le tomábamos la suficiente importancia, hoy más que nunca queremos ir de compras al mercado, el mundo nos enseñó que hoy anhelamos hacer labor social.

¿SE DIERON CUENTA DE ALGO?

Quizá en esta vida pocas personas extrañan lo material, los lujos, el dinero y el poder, hoy el COVID-19 nos hace tener una mirada positiva de lo que realmente vale la pena, lo pasajera que es la existencia del humano y la fuerza que la Madre Tierra tiene sobre todas y todos nosotros, si esta pandemia no te abrió los ojos, ni te hizo valorar y mucho menos aprender, es momento de reflexionar que es lo que está pasando en tu interior.

Pues si no hay crisis, no creces, pues el dolor será el aliado principal para poder encontrar el amor en estos momentos a la humanidad, todo saldrá bien, no te preocupes, todo pasajero será, pronto nos volveremos a ver, y nos volveremos a reunir, solo que ahora, más reconstruidos, más felices, más humanos…

  ¿Y COVID-19 es tu amigo o es tu enemigo?

Osmar Gijón

Creador, Fundador y Director de Club 20, Renovando Sonrisas y el Consejo Nacional de Voluntariado, columnista, conferencista y activista.