Por: UNESCO México

Como lo advertía el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) en un estudio llevado a cabo en el año 2004, denominado «The World Heritage List: Filling the Gaps – an Action Plan for the Future», una de las culturas humanas más representadas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, es la cultura maya.

En esta amplia representación, México ocupa un lugar preponderante en el ámbito del Patrimonio Mundial, debido a la vasta herencia cultural y natural que resguarda en su territorio. Esta riqueza excepcional, que lo ubica como el país del continente americano con el mayor número de bienes y sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, es compartida en muchos aspectos con regiones y subregiones que incluyen al Caribe y a Centroamérica.

México y Centroamérica pueden identificarse como una región cultural que comparte desarrollos históricos comunes. A lo largo de los siglos, estos desarrollos han generado evidencias físicas similares, mismas que se han asociado por largo tiempo mediante el concepto común de Mesoamérica. Dicho concepto ayudó a describir, a lo largo de varias décadas, elementos comunes de las diversas culturas ancestrales presentes en la región desde el siglo XVI, como lo son la arquitectura monumental de basamentos piramidales.

Alrededor del concepto de Mesoamérica, que definía una identidad cultural y una cronología común, se aglutinaron una enorme cantidad de proyectos arqueológicos que se llevaron a cabo en la región, particularmente en el sureste de México, mismos que ayudaron a describir y referenciar las evidencias de culturas milenarias como la maya.



Tren Maya

Es en este contexto regional donde se circunscribe el Tren Maya, proyecto integral de ordenamiento territorial, infraestructura, crecimiento socioeconómico y turismo sostenible, que conecta las principales ciudades y circuitos turísticos de la región para integrar territorios de gran riqueza natural y cultural al desarrollo turístico, ambiental y social.

De acuerdo con el Gobierno de México, el objetivo principal del proyecto es el bienestar social de los habitantes de la Zona Maya. Con esto, además de diversificar los puntos turísticos de la región para generar una derrama económica local mediante la cual se creen oportunidades laborales y redistribución de la riqueza a lo largo de la península, se busca:

  • impulsar el desarrollo socioeconómico de la región y las comunidades locales;
  • fomentar la inclusión social y la creación de empleos;
  • promover y salvaguardar las culturas locales;
  • proteger y rehabilitar las áreas naturales protegidas y los sitios patrimoniales y;
  • fortalecer la industria turística en México.

La región de influencia del Tren Maya incluye 5 reservas de la biosfera, de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la UNESCO; de acuerdo con el Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales, la ruta por la que transcurre el Tren reúne a 16 lenguas indígenas e igual número de pueblos originarios90 manifestaciones culturales inmateriales y de conocimientos tradicionales; un registro –sin contar el patrimonio cultural subacuático– de 7,274 sitios arqueológicos según datos del Instituto Nacional de Antropología e Historia; y un total de 6 sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: (1) la Ciudad prehispánica y parque nacional de Palenque (Chiapas), (2) la reserva de biosfera Sian Ka’an (Quintana Roo), (3) la Ciudad prehispánica de Chichén-Itzá (Yucatán), (4) la Ciudad prehispánica de Uxmal (Yucatán), (5) la Ciudad histórica fortificada de Campeche (Campeche), y (6) la Antigua Ciudad Maya y bosques tropicales protegidos de Calakmul (Campeche).

Según las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial, para que un bien pueda ser inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial debe contar con un Valor Universal Excepcional (VUE).La declaración del VUE es la declaración oficial aprobada por el Comité del Patrimonio Mundial en el momento de la inscripción de un bien en la Lista. Este concepto resume las razones por las que se considera el bien, la forma en que éste cumple los criterios pertinentes, las condiciones de integridad y (en el caso de los bienes culturales) de autenticidad, y la forma en que se observan las prescripciones de protección y manejo con el fin de mantener el VUE en el largo plazo.

La declaración de VUE es, por consiguiente, muy beneficiosa para todos los sectores interesados que intervienen en la conservación y el manejo del bien, ya que permite no solamente tener una idea clara del estado del bien cuando fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial y de por qué se considera que tiene VUE, sino que puede además orientar a la administración al indicar cuáles son los atributos del bien que tienen que ser protegidos y conservados.

Patrimonio Cultural

En cuanto a su patrimonio cultural, la región sureste de nuestro país cuenta con importantes testimonios de las culturas que florecieron, particularmente en Mesoamérica, hasta la llegada de los europeos; así como de manifestaciones del urbanismo y la arquitectura desarrolladas por los españoles en América y de la sucesión de corrientes expresivas de la etapa colonial. En este sentido, es notoria la fusión entre lo indígena y lo español, y la adaptación de los modelos importados al medio local, de lo que resultan expresiones propias con fuerte incidencia en la identidad regional.

Es importante mencionar también que el tipo de climas y paisajes permitió que se hayan dado, desde los inicios de la presencia del hombre –no sólo en México, sino en la región de Centroamérica–, una significativa variedad de actividades humanas ligadas a la explotación de la tierra, lo cual se refleja en los paisajes culturales. La sucesión de diversas culturas se ha dado, por lo tanto, por superposiciones e influencias mutuas, por lo que la sociedad actual es el producto de un proceso complejo en el que se puede verificar una variedad de aportes que se hacen evidentes, por ejemplo, en el rico patrimonio cultural inmaterial.

En lo que respecta a su patrimonio natural, la representación tipológica predominante es la combinación entre bosque tropical, selva y ambiente marino, y en el caso del bien mixto de la zona, con vestigios arqueológicos de la cultura maya.



El sureste mexicano Patrimonio Mundial

A partir de 1987, año en que México inscribió sus primeros sitios de Valor Universal Excepcional en el listado de UNESCO, la persistencia en las postulaciones y la gran variedad de tipologías patrimoniales presentadas, han puesto de manifiesto al valor biocultural de la península en el sur del país. Así, ese año, el Estado Parte mexicano inscribió a la Ciudad prehispánica y parque nacional de Palenque (zona arqueológica) como uno de los sitios en el estado de Chiapas más destacados del periodo Clásico del área maya.

Sin contar su zona de amortiguamiento, la superficie total del yacimiento arqueológico es de 1,780 hectáreas, con registro de 1,400 edificios de los cuales sólo se ha explorado un 10%. La antigua ciudad tiene un trazado urbano planificado, con edificios monumentales y algunos de los mayores claros encontrados en toda el área maya. Alrededor del centro cívico ceremonial se ubicaron numerosas áreas residenciales con unidades habitacionales, funerarias, rituales y de actividad productiva. El estilo “palencano” es único por su alto grado de refinamiento, ligereza y armonía, e ilustra uno de los logros más significativos de la humanidad en el continente americano.

Ese mismo año, en 1987, se reconoció al primer sitio natural mexicano como Patrimonio Mundial. En lengua maya, el “origen del cielo” o Sian Ka’an, (reserva de biosfera) es una zona ubicada en el estado de Quintana Roo, en la costa oriental de la península de Yucatán, misma que abarca bosques tropicales, manglares, petenes, cenotes, marismas y una vasta zona marina atravesada por un arrecife de barrera. Se trata de una de las mayores áreas protegidas de México (528,148 hectáreas de ecosistemas marinos, costeros y terrestres intrincados). A lo largo de sus aproximadamente 120 kilómetros de costa, el sitio alberga fauna endémica y migratoria; y alrededor de un tercio del sitio se compone de comunidades de manglares muy diversos y productivos, de vital importancia para la pesca en la región.

En 1988, durante la 12ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial celebrada en Brasil, se inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial a la Ciudad prehispánica de Chichén-Itzá (zona arqueológica). Esta ciudad sagrada fue uno de los centros más importantes de la civilización maya en la península del Yucatán. A lo largo de sus casi mil años de historia, diversos pueblos la fueron marcando con su impronta. Los mayas y toltecas dejaron inscrita su visión del mundo y el universo en sus monumentos de piedra y obras de arte. La fusión de las técnicas de construcción mayas con nuevos elementos procedentes del centro de México hacen de Chichén-Itzá uno de los ejemplos más importantes de la civilización maya-tolteca de estado de Yucatán. Entre los edificios que han sobrevivido al paso del tiempo figuran el Templo de los Guerreros, el Castillo y el observatorio circular conocido por el nombre de El Caracol. El recinto permanece abierto al público los 365 días del año, y recibe un mínimo de 3,500 turistas al día, cifra que puede alcanzar los 8,000 visitantes diarios en temporada alta.

Ocho años después, en 1996, el Comité del Patrimonio Mundial reconoció los atributos de la Ciudad prehispánica de Uxmal (zona arqueológica). En su declaración de Valor Universal Excepcional se destacó que las ruinas de las estructuras ceremoniales de Uxmal representan la cúspide del arte y la arquitectura maya tardía en su diseño, disposición y ornamentación. El complejo de Uxmal y sus tres sitios ceremoniales, Kabáh, Labná y Sayil, marcan el apogeo del arte y la cultura mayas. El sitio arqueológico de Uxmal se encuentra a 62 kilómetros al sur de Mérida, en el centro de la región Puuc («cerro» o «cadena de montañas bajas») que abarca unos 7,500 km2 en la parte suroccidental del estado de Yucatán. La región era un centro de comercio e intercambio de ideas -y probablemente también de personas- con otras partes de México. La historia maya del siglo XVI, conocida por los Libros de Chilam Balam, data la fundación de Uxmal a finales del siglo X, sin embargo, investigaciones arqueológicas y la datación por radiocarbono sugieren que las principales estructuras del complejo, incluyendo obras hidráulicas excepcionales, se originan en el siglo VIII.

A finales de 1999, con la evaluación previa del ICOMOS, se inscribe en el listado de UNESCO una de las últimas ciudades históricas mexicanas reconocidas por su Valor Universal Excepcional, la Ciudad histórica fortificada de Campeche. Esta ciudad barroca portuaria caribeña fue fundada en el siglo XVI en la costa del Golfo de México, en la región maya de Ah-Kim-Pech, por los conquistadores españoles. Fue el puerto marítimo más importante de la época y desempeñó un papel fundamental en la conquista y evangelización de la península de Yucatán, Guatemala y Chiapas. Su importancia comercial y militar la convirtió en la segunda ciudad más grande del Golfo de México, después de Mérida, y debido a su importancia portuaria en la ruta marítima España, La Habana, Campeche y Veracruz, la ciudad fue sistemáticamente atacada por piratas y corsarios por lo cual se instaló un sistema defensivo a gran escala, actualmente visible. Su zona de monumentos históricos se extiende por 181 hectáreas, de las cuales 45 se encuentran rodeadas de murallas que siguen la configuración y el relieve de la costa.

Finalmente, en 2014 –previo a una declaratoria como patrimonio cultural–, se concretó la extensión de la Antigua Ciudad Maya y bosques tropicales protegidos de Calakmul, misma que le dio la categoría de patrimonio mixto. Este bien, ubicado en el estado de Campeche, en el sector central y meridional de la Península de Yucatán, incluye los vestigios de la importante ciudad maya de Calakmul, situada en los más hondo de la selva tropical de las Tierras Bajas mexicanas. La ciudad desempeñó un papel de primer plano en la historia de la región durante más de doce siglos. Sus imponentes estructuras y su trazado global característico se hallan en un estado de conservación admirable y ofrecen una vívida imagen de lo que era la vida en una antigua capital maya. Calakmul alberga también un importante santuario de biodiversidad de Mesoamérica, que por su tamaño es el tercer mayor hotspot del mundo y conjuga todos los ecosistemas tropicales y subtropicales existentes desde el centro de México hasta el Canal de Panamá.

 

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