La Pirata del Oriente, Por Eva Bodenstedt

Vacaciones y vacunas

“Hay 273 mil vacunas en Oaxaca, de las cuales se han aplicado más menos la mitad, de 10, 6. El 34% están resguardadas o en proceso de entregarse, hay un décimo cargamento que llegó la madrugada del jueves pasado, 25 de marzo…”

La información matemática que llega por medio de la radio se entreteje con los gritos de la gente que se formó hace semanas para apuntarse para la vacuna contra el Covid-19 y ahora mira estupefacta cómo gente que no es de la comunidad de Villa de Zaachila, pasó a vacunarse sin estar apuntados sencillamente porque los parientes los llevaron y por medio de “influencias”, “corrupción”, “gobernantes xyz”, (éste sustantivo va acompañado por adjetivos bárbaros que sobresalen en el griterío y el alboroto), consiguieron ser vacunados dejando afuera a los que esperaban con ansiedad su vacuna. La palabra “injusticia” también se escucha con una rabia contenida, una ira que de no ser controlada, sería quizá capaz de quitar vidas.

Los Bacaanda nashi, los dulces sueños en zapoteco itsmeño, se desvanecían al instante porque -sirva o no la vacuna-, la seguridad que ingresa en los vacunados es un pedazo grande de paz dentro de una cotidianidad en guerra.

A ese sentimiento se suma la ilusión sencillamente arrebatada como si fuese un “uso y costumbre” de los mexicanos el hacerlo.

Una analogía sería el repartirle a esa parte de la población siempre fragmentada, un juego de cartas disímiles en donde no hay un solo par, ni una corrida, nada, un cero detrás de otro cero detrás de un punto hacia la derecha, es decir, cero probabilidades de ser respetado y tomado en cuenta; y en el lugar de darle la satisfacción merecida de formar parte de una COMUNIDAD que cree en sus gobernantes, es el sabor de la amargura y la impotencia la que invade la boca del alma.



Pasan ahora comerciales de los patrocinadores que hacen posible la libertad de expresión, y al dar término, reinicia la siguiente “obra de teatro”, porque la política y la sociedad entretejida con ella, es eso, una obra de teatro que abre sus telones cada día para presentarse como lo hace desde siempre, de forma ya grotesca para el pueblo de un México desbaratado y en demasía desvertebrado; ya no hay un camino hacia una meta común de bienestar y justicia para todos, ya no hay una columna vertebral, ya no hay verdaderos guías, cada cual que sube a sentarse en las sillas del poder, se convierte sin más en un ratero en turno, en lugar de en un verdadero servidor público, y la mayoría, gran mayoría, son hombres, y seguramente, si una mujer quiere ser parte de ello, se le meterá una estopa en la boca, y si un hombre quiere ser un servidor pero no robar ni él ni quienes con él trabajen, será linchado por todos aquellos que saben que el llegar al “campanario del poder”, es tocar la campana a la hora que se les de la gana; sin o con permiso, sus arcas serán llenadas de forma parecida a como lo hacen en la iglesia, pasando el sombrero para recaudar “para la misa” y la construcción de los templos. La Iglesia en Roma es el Poder más rico del mundo, y no sólo de forma material, sino también la Institución que “recauda” más cerebros, almas y voluntades. Como decía en mi columna pasada Jiddi Krishnamurti, “al la gente le gusta que le digan qué y cómo y cuándo hacer”. ¡Y cómo pensar y cómo creer y cómo actuar, también!

Reinicia la emisión.

Es la Voz del Pacífico Sur con Omar Gasga de conductor quien le da a otro reportero el micrófono, y éste, a un comunero de Santa María Tonameca que invita y le pide a los comuneros y los aspirantes a ser elegidos como el siguiente mero mero de los Bienes Comunales, a que guarden la dignidad y la ética de ser comuneros y no usar el ser la autoridad de la tierra comunal para llenarse los bolsillos de dinero. ¡Será imposible, por favor!, -dice la mayoría que sabe por haber vendido o comprado tierras por estos rumbos de la costa, por ejemplo, que para hacer el cambio de un lote de 20 x 20 en la playa, les piden en total, entre la Agencia de Policía y los Bienes Comunales, hasta 100 mil pesos por un cambio de propietario, así, con o sin recibo, “el dinero se pone sobre la mesa y todos sabemos cómo masca la iguana”. Pero no pasa nada, como le dicen las madres y o padres a los niños de ahora cuando se les cae un refresco o rompen un vaso: no pasa nada, no hay drama, ni regaños, ni nada porque en principio, tienen razón, no pasa nada, pero, ¿no pasa nada? ¡Claro que pasa algo, y mucho! Si uno desde la educación primaria y primordial no sabe distinguir y por lo tanto no enseña a distinguir los actos y consecuencias de la culpa, no tiene idea de cómo funciona un cerebro. Y así, el bacaanda nashi, se convierte en un bacaanda huat, un sueño pesadilla, sin posibilidad de meter marcha atrás.

(Hay otros adultos que les suenan a l@s niñ@s como si fuesen culpables de todo, lo cual parece ser también un “no pasa nada”, siendo que sí, en efecto, pasa algo y por ello las cadenas no se rompen y seguimos atados a lo deleznable de un cerebro reptiliano).

A la intervención de los comuneros le siguen más mientras a lo lejos las olas del mar siguen rompiendo en la arena. Después de cada siete, vienen unas mucho más fuertes, grandes y rotundas, y después de nuevo las suaves. ¿Cómo se rige la naturaleza y cómo el humano?

Bajo a nadar temprano al mar, la luz del sol apenas se asoma por encima de la montaña, ya no sale más por el horizonte marino. La tierra se ha movido lo suficiente. Mi hija, para su tarea en línea, escribió diferencias de significados a partir de la palabra PRIMAVERA. En uno de ellos puso “Solsticio de Primavera”, en lugar de “Equinoccio”. ¿Sabes la diferencia entre uno y otro? La respuesta es no, y con un dejo de desinterés, afirma que el profesor no se dará ni cuenta de ello, porque ni siquiera ve la tarea de los niños. Y por tanta razón que tiene, dejo en minúsculas su profesión, profesor, porque si lo fuera, no sería únicamente la madre y el padre quien tiene que explicar de saberlo o no, el origen de la diferencia en la descripción y la comprensión de un suceso natural que no sólo tiene un lazo infinito con la naturaleza y los seres vivos, sino también con la bestia humana que transforma el planeta sin consciencia y con un ego desmesurado, en algo cada día más invivible. ¿Lo sabe usted? ¿Cree que el mundo es redondo o es ovalado, y por lo tanto, se mueve de tal manera que el sol entre equinoccios y solsticios, se mueve de ida y de regreso desde un punto específico?

Ahora los anuncios son de los partidos políticos. El del PT es crudo y real, porque habla sobre los que nacen con un “destino predestinado” siendo la gente más pobre del país, a la que no escuchan, la que carece de oportunidades, la que vive con cien pesos al día si bien le va.

Acaba la emisión. La vida sigue, el segundero no se detiene, la bola de nieve se hace cada día más grande, el agua del mar está fría un día y más fría al siguiente, y después, caliente, como si fuesen hielos que se caen en los polos los que llegan deshechos pero aún helando el agua, hasta aquí. Las envolturas y los plásticos y los cubre bocas desechables que me canso de recoger llegarán si nadie más lo hace también, en las próximas lluvias, al mar, ello junto con los restos de las cacas de los perros en las calles del pueblo de esta costa hermosa que deja de ser mágica cada día que pasa a ser más subordinada por la inconsciencia humana.



Vacunas. Vacación. La Semana Santa con o sin vacunas vuelve a arremeter como hace dos años con muchas ganas de saltar por los aires y salir del encierro. ¿Quién puede hacerlo y quién no? ¿Quiénes tienen la oportunidad de conocer el mar en el corazón de la Capital del país, tocar la arena, la tierra y la libertad?

Vacuna-vacación. Vacación-vacuna. ¿Es la vacación una vacuna? La palabra vacaciones deriva del latín vacans, participio del verbo vacare: ‘estar libre, desocupado, vacante’ (como un puesto de trabajo). Vacuus: ‘vacío’, ‘desocupado’, ‘libre’. Vacui dies: ‘días de descanso’. Vacatio (-ionis): ‘dispensa’, ‘exención’.

La palabra Vacuna proviene más bien de una coincidencia con el trabajo de ordeñar vacas, del latín Vacca, –variolae vaccinae (viruela de la vaca) debido a que las mujeres que ordeñaban vacas, no sufrían de viruela, partiendo de ahí la primera vacuna contra la viruela.

Así nada más, “porque no pasa nada”. ¿Nunca pasa nada? ¿A nadie ni a nada le pasa nada?