La Pirata del Oriente llega a un puerto

Por Eva Bodenstedt

Las olas giran como una revolvedora a la orilla de la Boquilla, una bahía en nuestra costa sur de Oaxaca. Dos metros de ahí al mar adentro, hay un arrecife flotante de colores, son materiales que nunca se van a deshacer, que se han desprendido hace ya mucho tiempo de sus grandes cuerpos, unas son tapas de botellas, tapas de espermas que parecen aguamalas, hilos de pesca, nudos de mecates de hamacas o cabos, no se diga el desecho de la “herramienta” “obligatoria” llamada cubrebocas.

Mientras nado ejerciendo las rodillas que en la última Pirata me llevaron en un fabuloso triciclo al mar Caribe, voy recogiendo en mi mano las piezas del arrecife humano hasta que encuentro una bolsita que pudo haber sido de tamarindos, huevos, pepitas o algo que se hubiera podido guardar en una bolsa “no desechable”. La abro con cuidado para meter ahí lo que se me va entre los dedos con el ir y venir del agua salada.

Hace 13 años, cuando nació mi hija, estuve en esta misma playa y aún no había en ella tan latente la herencia humanoide. Sí en Mermejita, mar abierto: por partes de la larga playa aparecían montículos de desechos que el mismo mar le devolvía a la tierra en tiempo de lluvias, estaba juntita la basura gracias al movimiento de las olas sobre la arena, sólo era cosa de recogerla a tu paso. Hoy ya es una diadema con muchas curvas de todos los desechos habidos y por haber lo que se vive en esa larga playa, una triste diadema hecha con eso que compramos empaquetado en los estantes de los supermercados: basura ir-reciclable en un país donde la educación le ha importado a la nación después de José Vasconcelos, un cacahuate.

Muy tristes las consecuencias irreparables.

Por las calles cada vez menos transitables de estos “nuevos” puntos turísticos los homúnculos parecen zombies, tantos de ellos llevan alrededor de la cabeza sus cabellos como un nido de ratones, con telas, paja, cabellos ya muertos hechos todos nudos. No todos, claro, pero eso sí, casi sin distinción un porcentaje alto trae niños en los brazos que se deduce son consecuencia del encierro de la pandemia, o plandemia: cada día en los medios alternos de comunicación aparecen las noticias de que aquello que llamaron la vacuna, es un cambio genético en el organismo humano que debilita sus mecanismos de defensa, y que ya hay un grupo fuerte y numeroso de abogados que van por las cabezas de los Directivos y o dueños de las farmacéuticas, así como por Bill Gate y cómplices.

¿Es una vacuna real, ya que a pesar de que se tenga la tercera dosis, el bicho en todas sus nuevas vertientes y transformaciones entra, “pero no tan fuerte”? También se habla de muchos jóvenes, deportistas, que se mueren por un paro cardiaco, y que ciertas vacunas son las que provocan que la sangre se coagule. Pum, caen fulminados y nadie se explica porqué joven y sanos, sucede. ¿La autopsia? No, para qué, murieron de Covid y los muertos contagian.



¿Qué es esto?

¿Qué es esto, una ciencia ficción, una película cercana a aquella Matrix del siglo pasado?

Hablar sobre el Covid procura pleitos como hablar de política y religión, así cada uno decide por sí mismo qué camino tomar, ello a pesar de que aún no sucumbe el intento de obligar a que la gente se vacune, y quienes tengan suerte, dicen, recibirán agua y no el experimento aquel en tantas versiones. Da miedo ya informarse, una psicosis peor que la otra. Y ojo, algo más para los no vacunados, “si tienes relaciones con un sí vacunado, tu sangre tiene menos glóbulos blancos, como si te hubiesen también vacunado, y no tendrás defensas para aliviarte por ti mismo, como antes”.

Uf requeté uf…

Hace un par de décadas hablaban de que la Tercer Guerra Mundial sería bacteriológica…, y que el nuevo Imperio Mundial, sería China, en el país a donde todos los ciudadanos están registrados en los sistemas, y con aparecer en el metro, las cámaras dicen tu nombre y tu CV, cada ser leído como un producto leído en un supermercado a partir de un código de barras.

Respiro hondo. Las hojas blancas me invitan a seguir, o quizá a retomar otros puertos que abordó la Pirata motivada por aquella nota publicada en este oriente.net sobre los apoyos en las cárceles para que los reos ejercieran un arte en su proceso de castigo-reinserción-liberación. Las tardeas también creativas tras estas rejas invisibles de un nuevo sistema mundial, me impidieron concluir. Ahora lo hago para no iniciar una espiral hacia otro puerto. Nos vemos en el siguiente.

¡Hasta pronto!

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