Por: Jaime Palau

El pitcher mexicano Ramón Arano Bravo, -conocido como “Tres Patines” por su manera enredada de hablar, similar a la del protagonista cubano de la serie “la tremenda corte”-, nació en Cosamaloapan, Veracruz en 1939, es líder de todos los tiempos en temporadas jugadas con 32, en juegos participados con 811, en partidos iniciados con 676, en juegos ganados con 334, en encuentros completos con 297 (inició y terminó los juegos sin necesidad que otro lanzador lo relevara), en blanqueadas con 57 (ganó los juegos sin ser relevado y sin que le hicieran una sola carrera), más entradas lanzadas con 4773 1/3 y mas años consecutivos siendo campeón en ganados y perdidos con 3, debido a que se registran todas las estadísticas y a su participación en tantos juegos, es lógico que algunas de las marcas que mantiene sean negativas, más juegos perdidos con 264, más hits admitidos 5102, más carreras admitidas 2122 y más carreras limpias admitidas 1731.

Todos los récords que existen son para romperse y eventualmente alguien lo conseguirá, como fue el caso de más ponches, ya que terminó su carrera con 2380, cifra que parecía insuperable hasta que un oaxaqueño, Jesús “Chito” Ríos lo consiguió.

Finalmente, posee uno que verdaderamente será muy difícil que alguien lo repita, jugó en 6 décadas distintas, inició su carrera profesional en 1959 y participó todos los años hasta 1986, mas tarde jugó en las temporadas de 1995 y 1998 y un par de juegos en la temporada 2001, (las cuentas me indican 31 temporadas, desconozco porqué la Liga Mexicana oficialmente asegura que son 32), siguió hasta el final en activo y regando polilla, el equipo de sus amores, el Veracruz, solicitó autorización a la Liga Mexicana de Béisbol le permitiera lanzar por lo menos una entrada en un juego durante la temporada 2011, de esta manera aumentaría todos los récords existentes y aparecería en 7 décadas distintas, algo imposible de igualar, polémicamente el Presidente de la Liga negó el permiso aduciendo sería una burla para el béisbol, personalmente creo que no le quitaba nada, podía haber entrado en algún juego decidido y reescribir la historia.

Fue electo al Salón de la Fama en 1993, reconocimiento más que merecido.