Por: Alfredo Woolrich

Pergamino, Buenos Aires fue testigo el 3 de septiembre de 1980 del nacimiento de Daniel Rubén Bilos, quien 21 años después, estaría debutando en la Primera División de su país, defendiendo la casaca de Banfield.

Tras cuatro años a buen nivel con el taladro recaló en uno de los grandes del futbol pampero y mundial, el mismísimo Boca Juniors. Sólo un año duró en el cuadro bostero, anotando 5 goles. Incluso disputó un partido con la selección albiceleste frente a España, los visores internacionales se posaron en él y no tardaría en cruzar el charco.

Para la temporada 2006/2007 el Saint-Etienne de Francia adquirió sus servicios y en el primer semestre del torneo se despachó con 3 tantos.

Pero del otro lado del charco, los millonarios del América preparaban las carteras para adquirir a esta promesa del futbol argentino. Con su 1.94 metros de estatura, pensaron que Bilos sería ese delantero de altura que los sacaría del bache que por entonces se encontraban sumidos.

Nada más alejado de la realidad, Goliath llegó a México para el Clausura 2007; una lesión lo obligó a debutar hasta la jornada 8. Durante el campeonato disputó 9 encuentros, sólo 4 como titular y peor aún sólo 2 completos. En 454 minutos logró marcar 2 goles, pero finalmente otra lesión lo alejó del resto del torneo.

Con más pena que gloria regresó un año a Argentina con San Lorenzo, otro más de nuevo con «Les Verts» en Francia y finalmente con el club que lo debutó; aunque en estos casi tres años se la ha pasado en la lista de lesionados, lo que forzó su retiro temporal y posterior reincorporación tiempo después en el ascenso argentino con el CA Douglas Haigh.

Crestomatía: Taringa.net